(CNA/InfoCatólica) En el 30 aniversario del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, la Conferencia Episcopal Mexicana recordó la «herida abierta» que dejó el crimen sin resolver.
Posadas fue arzobispo de Guadalajara de 1987 a 1993.
En un comunicado del 24 de mayo, los obispos mexicanos recordaron que el cardenal «fue víctima de un acto de violencia injustificable que dejó una herida abierta en nuestros corazones y en la historia de nuestro país».
Posadas fue asesinado a tiros el 24 de mayo de 1993 en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco. Si bien algunos postulan que murió en el fuego cruzado durante un enfrentamiento entre cárteles de la droga, las autoridades no han resuelto el caso.
Sin embargo, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien sucedió a Posadas como arzobispo de Guadalajara en 1994, tiene una versión diferente de la historia.
En un video de Facebook de 2016, Sandoval, entonces arzobispo emérito, declaró que el asesinato fue «un crimen de Estado, perpetrado por la Policía Judicial Federal, es decir, por la policía de la PGR».
Sandoval incluso nombró como responsable del asesinato a Rodolfo León Aragón, entonces director de la Procuraduría General de la República (PGR), quien a su vez probablemente recibió órdenes del entonces fiscal general Jorge Carpizo, cuya muerte en 2012 fue «algo sospechosa» y puso fin a la investigación.
La PGR en ese momento operaba bajo el poder ejecutivo del gobierno y estaba a cargo de investigar delitos federales. En 2018 fue reemplazada por lo que hoy es la Fiscalía General de la República, que es independiente de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
En el video de 2016, Sandoval indicó que un posible móvil del asesinato fueron las denuncias de Posadas sobre un vínculo entre las autoridades y el crimen organizado, así como su trabajo a favor de las reformas constitucionales de 1992, que reconocieron la personalidad jurídica del católico.
Reconocimiento de los obispos mexicanos
En su declaración del 24 de mayo, los obispos de México recordaron a Posadas como «un hombre de fe inquebrantable y una voz valiente que defendió los valores cristianos y luchó incansablemente por la justicia y la paz en México».
«Recordamos su vida y sacrificio con gratitud y admiración», dijeron los obispos. Reconocieron que «su compromiso con los más necesitados nos inspira a seguir su ejemplo de amor, servicio y perdón».
Al final de su mensaje, los obispos mexicanos animaron a que el «legado» de Posadas «sea una guía para nuestras vidas y un llamado constante a la unidad y solidaridad entre todos los mexicanos».
La Arquidiócesis de Guadalajara pidió en su página de Facebook que los fieles de esta ciudad «sigan orando por su eterno descanso» y también «para que se esclarezca el asesinato [de Posadas] y que pronto obtengamos justicia y perdón.