(Fides/InfoCatólica) El pasado viernes 19 de mayo en Lahore, Pakistán, las autoridades policiales detuvieron a dos jóvenes cristianos por haber realizado actos de «blasfemia», acusándolos de haber estado jugando con un perro y haberlo llamado «Muhammad Ali».
Esto sucedió cuando Zahid Sohail, un agente de la policía, aseguró haberlos visto en dicha situación y presentó rápidamente una denuncia, alegando una falta al artículo 295-C del Código Penal.
Sin embargo, la familia de los dos adolescentes, Adil Baber de 18 años y Simon Nadeem de 12, aseguran que ninguno de los dos tenía un perro y que, en su conversación, se habían referido al «Naswar» (una pasta masticable de tabaco muy popular en la zona), cuya marca de fábrica se llama «Muhammad Ali».
Cuando el policía se cruzó con ellos, comenzó a atinarles golpes a ambos y a gritar que estaban diciendo blasfemias, lo que llamó la atención de mucha gente y en pocos minutos ya había una multitud congregada a su alrededor.
El padre de Simon compartió que comenzó a «rezar para que no estallara la violencia».
Para evitar el linchamiento, los dos chicos fueron llevados a custodia y se ha presentado una denuncia de primera instancia contra ellos.
Nasir Saeed, colaborador de la organización CLAAS, comentó: «No creo que estos dos chicos pensaran nunca que un transeúnte escucharía su conversación y les acusaría de cometer blasfemia. El uso indebido de la blasfemia es habitual. Los cristianos viven constantemente amenazados».
Casos como este no son escasos en Pakistán. Una de las tantas situaciones similares le ocurrió a Ishtiaq Saleem, un trabajador ecológico cristiano, que además es analfabeta, a quien acusaron de compartir contenidos blasfemos en redes sociales y que ha estado en prisión desde noviembre del 2022.
La esposa de Saleen ha explicado que las imágenes que compartió en sus redes sociales tenían textos en árabe de los cuales desconocía su significado, y ahora, por ello, está enfrentándose a cadena perpetua.
Incluso, esta ley no afecta solo a cristianos. Recientemente, una turba en la ciudad de Mardan linchó a un líder religioso musulmán de la zona tras haber sido acusado de realizar una referencia blasfema durante un mitin político del partido de Imran Khan, ex primer ministro.
El líder de 40 años, Maulana Nigar Alam, declaró presuntamente que «Imran Khan es una persona sincera y le respeto como al Profeta». Por este comentario, considerado blasfemo, causó la furia de decenas de personas, quienes lo persiguieron hasta una tienda en la que se había escondido y lo lincharon hasta matarlo.
