(CNA/InfoCatólica) A principios de este mes se proyectó en el Vaticano una nueva película de EWTN Irlanda. «Faith of our Fathers», en español «La fe de nuestros padres», cuenta la historia de un sacerdote católico escondido durante los siglos XVI y XVII. La película describe los esfuerzos de la comunidad para protegerle mientras atendía a los fieles y celebraba misas al aire libre durante los tiempos penales en Irlanda, cuando se imponían incapacidades civiles a los católicos.
Aidan Gallagher, director de EWTN Irlanda, habló recientemente con EWTN News Nightly sobre el estreno de la película.
Gallagher explicó que, durante la época penal, la educación y la doctrina católica estaban prohibidas, estaba prohibido celebrar misa y la lengua irlandesa (gaélico) estaba proscrita. Además, los católicos no podían ocupar cargos públicos. Aunque esto ocurrió hace cientos de años, Gallagher dice que ve muchas comparaciones con la actualidad.
«Decidimos crear esta obra en particular porque tiene muchas correlaciones y relaciones con la actualidad», dijo durante la entrevista.
La película se proyectó en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma el 2 de mayo. Los participantes -procedentes de muchas partes del mundo, como la India, Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos- dieron su opinión y ofrecieron testimonios de experiencias similares en sus países.
«Fue casi como una prueba de concepto, si se quiere, porque mucha gente dio un paso adelante para decir: 'Puede que esta película esté ambientada en los tiempos penales de hace muchos cientos de años en Irlanda, pero todavía estamos experimentando esto en nuestro país hoy en día'», explicó Gallagher.
Añadió que la película dejó al público inspirado porque mostraba que «aunque el mal intente desarraigar la manifestación de Cristo, en su Iglesia, a través del santo sacramento de la Misa, que como dijo el Señor, 'Pedro tú eres la roca y sobre esta roca edificaré mi Iglesia y las puertas del averno no podrán contra ella'».
«Y eso es lo que ocurrió en Irlanda y por eso supongo que hubo tanta gente que vino a nosotros, sobre todo de esos países, y expresó esos sentimientos tan positivos».
Un mes antes de la proyección de la película en Roma, Gallagher envió al Santo Padre una carta en la que pedía la bendición para la película. Su carta explicaba la relevancia de la película en la actualidad, en el sentido de que, aunque transcurre en la época penal, los cristianos de todo el mundo siguen siendo perseguidos por su fe. La carta también expresaba que una bendición papal ayudaría al éxito de la película y a la propagación de la fe en todo el mundo.
Gallagher recibió la bendición del Papa Francisco tras su audiencia general del 3 de mayo.
«Fue una ocasión muy bendecida para mí personalmente, y para toda la misión de EWTN Irlanda», expresó.
«El Espíritu Santo es lo que necesitamos para propagar este mensaje de verdad, propagar este mensaje de compromiso con la fe católica, particularmente en estos tiempos modernos, así que eso fue algo muy muy fuerte para nosotros y gracias a Dios por ello», concluyó Gallagher.