(CP/InfoCatólica) El Fiscal General Ken Paxton anunció la investigación el 5 de mayo sobre el Dell Children's Medical Center (DCMC), con sede en Austin, donde los fiscales afirman que se utilizaron ilegalmente bloqueadores de la pubertad y procedimientos de «transición de género» en niños menores de edad.
Una solicitud estatal de examen («RTE») emitida al DCMC busca información sobre el uso por parte del centro médico de bloqueadores de la pubertad en menores, con y sin el consentimiento de los padres, rangos de edad de los pacientes y el número de veces que un paciente es visto por el DCMC antes de recibir tratamiento.
Tras calificar las acusaciones de «profundamente inquietantes», Paxton dijo que la investigación se inició en respuesta a varios informes sobre «actividades potencialmente ilegales» en el hospital.
«Ahora es alarmantemente común que activistas marginales utilicen sus posiciones en la medicina y la atención sanitaria para forzar procedimientos experimentales que alteran la vida de los niños», dijo Paxton en un comunicado. «En todo el país, hay médicos y profesionales de la salud que parecen dispuestos a sacrificar la salud a largo plazo de los niños estadounidenses, todo al servicio de la moda cada vez más peligrosa del extremismo 'transgénero'».
Una declaración publicada el 28 de abril en el sitio web de DCMC reiteró la política del hospital que «prohíbe la cirugía y la prescripción de terapia hormonal para el tratamiento de la disforia de género para los niños,» DCMC reconoció que estaba llevando a cabo una «revisión exhaustiva de esta situación.»
«En la medida en que la atención prestada en nuestra clínica puede haber sido incompatible con la posición de nuestra organización sobre este importante tema, tenemos la intención de tomar las medidas adecuadas», añade el comunicado.
La investigación de Paxton se inició poco después de que el senador republicano de EE.UU. Ted Cruz y el representante de Texas Chip Roy pidieran al DCMC que respondiera a un informe de Project Veritas que parecía captar a un empleado hablando del hospital realizando cirugías de reasignación en pacientes de tan sólo 8 años de edad.
En su carta del 25 de abril, Cruz y Roy hicieron referencia al informe en el que la trabajadora social del DCMC, Nora Scott, dijo a Project Veritas que «no hay lista de espera» en el hospital para este tipo de cirugías porque «no es algo que queramos controlar».
Los niños pequeños «podrían empezar a tomar hormonas que cambian la vida tan pronto como después de la primera cita», añadió Scott, según la carta.
Haciendo referencia al mayor riesgo de que los niños autistas «sean víctimas de la ideología de género», la carta esbozaba peticiones de información similares a las realizadas por Paxton.
«Nosotros, junto con millones de tejanos, encontramos profundamente preocupante que el DCMC esté proporcionando procedimientos médicos experimentales, no probados y peligrosos a niños pequeños. Estos jóvenes tejanos son a menudo víctimas de los medios de comunicación social, las presiones sociales y las ideologías de género enloquecidas en la creencia de que son un niño atrapado en el cuerpo de una niña, o una niña »atrapada« en el cuerpo de un niño», decía la carta.
«La buena ciencia se opone abrumadoramente a estos procedimientos basura destinados a hacer lo imposible: cambiar de sexo».
La investigación del fiscal general de Texas se produce poco más de un año después de que Paxton emitiera un dictamen formal en el que concluía que la realización de determinados procedimientos de cambio de sexo en niños constituye maltrato infantil según la ley estatal.
En el Dictamen nº KP-0401, publicado en febrero de 2022, Paxton afirmó que ciertos procedimientos de cambio de sexo «pueden constituir legalmente maltrato infantil en virtud de varias disposiciones del capítulo 261 del Código de Familia de Texas».
Dichos procedimientos incluyen la castración química y quirúrgica, la extirpación quirúrgica de partes sanas del cuerpo (mutilación genital y mastectomías electivas), así como la prescripción de fármacos bloqueadores de la pubertad.
En respuesta a ese dictamen, el Texas Children's Hospital, con sede en Houston, el mayor hospital pediátrico del estado, anunció que dejará de suministrar bloqueadores de la pubertad a los niños después de que el fiscal general del estado redactara un dictamen en el que calificaba esa práctica de «abuso infantil»
