(CatholicWeekly/InfoCatólica) Partieron como extraños, pero llegaron como hermanos.
Más de 450 hombres salieron a las calles de Sídney para el Camino de San José 2023 el pasado fin de semana, una peregrinación nocturna en honor del patrón de los padres.
La caminata de 12 km se ha convertido en uno de los principales eventos para hombres católicos en Australia, pasando de sólo 50 en 2021 a 480 este año.
Procedentes de todos los ámbitos de la vida y de lugares tan lejanos como Melbourne, Newcastle y Canberra, los peregrinos visitaron nueve parroquias durante 12 horas, sacrificando una noche de sueño por Nuestro Señor.
Con edades comprendidas entre los 18 y los 80 años, los peregrinos, algunos en silla de ruedas, se reunieron para saciar su hambre espiritual y ser testigos públicos de su fe.
Más de 800 hombres, incluidos los que no pudieron hacer la caminata, iniciaron su viaje en la catedral de Santa María a las 8 de la tarde del viernes para la adoración, la confesión y la misa celebrada por el obispo auxiliar de Sydney, Richard Umbers.
Salieron a caminar durante la noche y llegaron a St Joseph's Enfield sobre las 6 de la mañana del día siguiente para asistir a la misa y desayunar una barbacoa caliente.
Por el camino se detuvieron en St Benedict's Broadway, St Joseph's Camperdown, St Brendan's Annandale, St Fiacre Leichhardt, St Thomas of Canterbury Lewisham, St Brigid's Marrickville y St Paul of the Cross Dulwich Hill, donde se reunieron con los sacerdotes para reflexionar y adorar ante el Santísimo Sacramento.
El padre Emmanuel Seo, de St Michael's Meadowbank, y el padre John Nguyen, de St Fiacre Leichhardt, acompañaron a los hombres y los confesaron a lo largo del camino.
Se preveía lluvia, pero el cielo no se abrió hasta que los valientes completaron su peregrinación.
Ivica Kovac, responsable de la Red de Pastoral Masculina Maximus, dijo que había sido una experiencia increíble y bendecida, que había dado a los hombres la oportunidad de crecer en la fe y la fraternidad.
Dijo que hay un hambre espiritual real entre los hombres de todas las edades y que el camino ofrece una vía para satisfacer su anhelo.
Cientos de hombres se arrodillan ante el Santísimo Sacramento en la iglesia de San Benito de Broadway durante una peregrinación de una noche los días 28 y 29 de abril de 2023.
Cientos de hombres se arrodillan ante el Santísimo Sacramento en la iglesia de San Benito de Broadway durante una peregrinación nocturna los días 28 y 29 de abril de 2023.
«San José fue el primer hombre que caminó durante la noche muchos kilómetros en adoración, protegiendo a Nuestro Señor en el vientre de Nuestra Señora, sin GPS ni alojamiento, pero confiando en la providencia de Dios», dijo.
«A nuestra pequeña manera, por intercesión de San José Obrero imitamos a San José por las calles de Sydney».
«Nuestra ciudad es mucho más rica por el pequeño sacrificio de estos hombres al ofrecer una noche de sueño».
El peregrino Bruce Missen, feligrés de St Luke's Revesby, dijo que fue «lo más gratificante espiritualmente que ha hecho nunca».
«Fue absolutamente increíble, he hecho los tres y cada vez es mejor, realmente es un viaje espiritual tan gratificante», dijo. «Es maravilloso ver que nuestro número crece, lo que creo que es un testimonio de que Cristo está vivo en cada uno de nosotros».
«Somos los responsables de dar ejemplo a nuestras esposas e hijos. Las estadísticas demuestran que, si papá va a la iglesia, los hijos irán».
«Los hombres proceden de distintos ámbitos de la vida y tienen distintos propósitos para hacerlo, y mostrar públicamente que están dispuestos a dejar de lado el sueño y pasar frío para acercarse a Dios es una inspiración».
El padre Emmanuel Seo dijo que la increíble hambre de Dios, la solidaridad espiritual, el entusiasmo y la camaradería de los hombres superaron sus expectativas.
«Por nuestra humilde ofrenda de una sola noche de sueño, Cristo nos recompensó con su presencia espiritual, encendiendo nuestros corazones con celo como los discípulos de Emaús», dijo.
«Animo a todos a que se unan y experimenten el potencial inspirador y el poder de la fe en acción, y espero que muchos sacerdotes y obispos participen también en la marcha: el sacrificio merece la pena con creces».
