(Arch Valencia/InfoCatólica) La imagen procesional de la Virgen de los Desamparados llegó en su «maremóvil» hasta la Plaza de Toros y entró en el coso taurino, donde fue recibida con una gran ovación y aplausos del público, y después miembros de los Seguidores de la Virgen la llevaron en andas hasta el escenario donde fue colocada.
La Gran Vigilia se desarrolló en un ambiente festivo y de celebración, en torno a la imagen de la Mare de Déu, con canciones y animación, por un lado, y con recogimiento y oración en su segunda parte.
El acto comenzó con el rezo de tres misterios del Rosario acompañados de distintos testimonios y posteriormente la Gran Vigilia continuó con la procesión y exposición del Santísimo, el canto del Aleluya y la proclamación del Evangelio, seguida por la homilía a modo de reflexión por parte del Arzobispo de Valencia.
Después, tras un silencio meditativo, tuvo lugar el estreno de la canción eucarística «Ven y Adora» compuesta para la Gran Vigilia e interpretada por el coro diocesano que se había formado expresamente para este acto, compuesto por 30 voces, de distintos movimientos y realidades de la Diócesis, y religiosas de las Siervas del Hogar de la Madre, responsables del coro.
Tras la reserva del Santísimo, el Arzobispo dirigió el rezo del Padrenuestro e impartió la bendición. El final de la Gran Vigilia consistió en una ofrenda de flores ante la imagen de la Patrona y, finalmente, se cantó el «Himno de la Coronación».