(AICA/InfoCatólica) El prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, ha emitido una carta dirigida al obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, en la que confirma la aprobación de la causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Argentino del Valle Larrabure.
En el mensaje del prefecto, con fecha del 14 de marzo, se escribe: «Examinado el asunto, me complace informar a vuestra excelencia que, por parte de la Santa Sede, nada puede impedir la causa de beatificación y canonización de la mencionado Siervo de Dios, de acuerdo con las 'Normas que deben observarse en las Investigaciones hecho por los obispos en las Causas de los Santos', publicado el 7 de febrero de 1983 por el mismo departamento».
Por este motivo, el monseñor Olivera compartió una carta en la que destacaba «la figura de Argentino del Valle Larrabure (coronel post mortem) nos remite a muy tristes y difíciles momentos en tiempos de democracia. Tiempos marcados por la violencia, atentados, sin respeto a los Derechos Humanos y muertes. Pero el coronel es una figura que -objeto de esa violencia- lejos de albergar sentimientos de odio o venganza, invitó al perdón y al amor».
En su carta destinada a la familia castrense, el obispo resalta: «La Providencia quiere que, en este tiempo, comencemos el proceso de beatificación y canonización del Siervo de Dios, coronel Argentino del Valle Larrabure, comenzamos este camino que Dios dirá el tiempo y su conclusión».
«Es providencial y nos toca a nosotros, aprovechar la vida del Siervo de Dios para sumarnos a su pedido a deponer sentimientos de 'enfrentamiento, de enemistad y de odio'; queremos seguir los consejos que hoy con mucha fuerza volvemos a recordar», añadió.
Así, concluye su comunicado: «Seguimos rezando, los invito a renovar nuestra oración confiada, ahora con una 'confirmación' más desde la fe de la Iglesia, para que -sí es el querer de Dios, para su Gloria y el bien nuestro- podamos contar al coronel Argentino del Valle Larrabure entre los santos de nuestro suelo argentino. En vísperas de comenzar la novena en honor a nuestra Madre de Luján, patrona de nuestra Patria y de nuestro obispado, nos da -seguro desde su maternidad- este regalo de su Hijo Jesús que nos anima al encuentro, el perdón y la paz».