(ACIPrensa/InfoCatólica) El sacerdote Omar Sánchez Portillo, reconocido por su extensa labor caritativa con los sectores más vulnerables del Perú, solicita apoyo para edificar mil hogares destinados a las personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones que estuvieron azotando el país durante las últimas semanas.
Las intensas precipitaciones en Perú han dejado a miles de personas afectadas y al menos 50 fallecidos. Estos desastres naturales, que se concentran principalmente en el norte del país, continúan causando tragedias en los habitantes, sobre todo en aquellos que más necesitan ayuda.
Como respuesta a la situación, varias organizaciones de la Iglesia Católica, como Cáritas, están organizando campañas de solidaridad. Ante la magnitud del desastre, el gobierno del Perú ha declarado el estado de emergencia durante 60 días, a partir del 26 de marzo, en las regiones norteñas de Lambayeque, Piura y Tumbes.
Un urgente pedido de ayuda
A través de su página de Facebook, el padre Sánchez compartió varias fotografías en la que se pueden ver los mil módulos temporales de vivienda que levantarán en el futuro, así como diversas piezas para confeccionar aulas de estudios, comedores populares, salones de usos múltiples y otros servicios.
Los módulos que el sacerdote enseña ya tienen casi 5 años sin uso. Sin embargo, él afirma que «no importan las razones. Lo único que importa es que los tiempos de Dios son siempre perfectos».
«Te necesitamos. Tenemos que sacarlos de ahí a la brevedad. La razón: Las personas más vulnerables los necesitan para tener un lugar seguro y digno, con algo de calor de hogar. ¡Ayúdanos!», exhortó el padre, quien también labora como director de la Asociación de las Bienaventuranzas, una institución con la que lleva ayuda a los más pobres del país.
Y continuó: «Tenemos para sacar 120 inmediatamente. Pero nos falta para los otros casi 900. En un tráiler de plataforma entran 4 módulos, y cada tráiler cuesta más o menos 800 soles. Necesitamos 250 viajes de tráiler, además de los montacargas y adicionales de logística. Haz números».
El padre Sánchez reconoció que la ayuda monetaria solicitada es una gran cantidad, sin embargo, destacó que, durante la pandemia, se alcanzó a reunir 180 mil dólares en dos horas para una planta de oxígeno, y que dicha campaña llegó a reunir 1,5 millones de dólares que se invirtieron en ocho plantas en total.
«¿Por qué ahora no? Para Dios no hay nada imposible», finalizó el padre Sánchez.