(EP/InfoCatólica) Según manifestó Iceta tras leer el documento de los jeltzales al que ha tenido acceso "porque alguno de sus miembros" se lo han "cedido", se concluye que el PNV "parte de la postura de que el aborto es una realidad socialmente aceptada". "Yo creo que hay que negarse a esto. Es como en tiempos de la esclavitud, que era algo aceptado y hubo que revelarse a ello. O el nazismo llegó al poder por mayoría, democráticamente, y hoy en día todos coincidimos en que decir que hay razas inferiores es una aberración", ha explicado.
Para monseñor Iceta, no se puede dar por "aceptado" afirmar que el aborto es "algo socialmente aceptado" y, a partir de ahí, "modular cómo mejorarlo". "Yo sí pediría al PNV que recapacite en esa postura, porque no responde a lo que muchos de sus votantes piensa sobre el aborto", ha agregado.
Además, el obispo ha asegurado que en su visita por diversos pueblos de la Diócesis, "mucha gente del PNV" y también "algunos dirigentes" se le han acercado "con la preocupación de cómo su partido acepta el aborto".
"Ciertamente, esta postura contradice la trayectoria de ese humanismo cristiano, propio de las personas que votan al PNV y, además, no iba tampoco en su proyecto electoral. Por tanto, son corresponsables de esta ley si la apoyan en bloque y eso, mucha gente del PNV, a mí por lo menos me lo han confesado, lo ve con perplejidad y preocupación", ha insistido.
"Situación complicada"
El obispo ha admitido que un embarazo no deseado es para una mujer "una situación complicada" que necesita "una compañía y una respuesta", pero ha indicado que "ante un problema real no se puede responder con una acción injusta como es la eliminación de un ser humano que viene a la existencia".
Iceta ha destacado otras "salidas" propuestas tanto por la Iglesia como por "gran parte de la sociedad", que son "respetuosas con la dignidad de esa mujer y con el respeto a la vida". "Porque en este debate, el gran olvidado es la persona que va a ser eliminada, que es el embrión", ha precisado.
A su juicio, existen "otros modos" de hacerse cargo de "esa situación difícil y dolorosa", respetuosas tanto con la dignidad de la mujer y de la madre como con la dignidad, el respeto y tutela del niño", entre los que ha sugerido la acogida de la mujer y la ayuda a la gestación con la ayuda de psicólogos "y por su puesto, de su familia", las ayudas económicas, y, en último caso "poder hacer el trámite de adopción".
El prelado ha asegurado además que la ley "tal y como está planteada" introduce "un cambio sustancial con respecto a la ley que hasta ahora estaba en vigor, y es que el aborto pasa a ser un derecho", lo que implicará que "va a haber un tiempo en la que la vida de las personas va a estar desprotegida y no tutelada", en alusión a "las catorce primeras semanas de vida".
"Cuestión sesgada"
Iceta ha recordado que los Estados tienen "el deber" de proteger la vida por lo que "el problema es mucho más profundo de lo que, a veces, en el debate suele aparecer" y se ha mostrado convencido de que "esta cuestión está ideológicamente sesgada".
Además, el obispo ha negado que el rechazo al aborto sea "una cuestión religiosa" como afirman "algunos políticos", sino que se trata de "una cuestión social y de derechos humanos". Por esta causa, Iceta ha manifestado que los obispos han sido "muy prudentes" para que "no se manipulen las cosas" y su postura "es clara".
Por otra parte, Iceta ha considerado "importante" dar "la voz" a la sociedad civil y "muchas veces, ni el Estado ni la Iglesia tiene que acaparar la realidad de la sociedad civil, que es mucho más rica y más amplia". Para Iceta, la manifestación desarrollada en Madrid el pasado 17 de octubre fue "imagen de una sociedad civil que respondió".