(ATB/InfoCatólica) Antes de su reciente hospitalización, el papa Francisco realizó una entrevista junto al medio C5N, en la que compartió varias de sus opiniones respecto a la política, especialmente sobre el «lawfare», como suelen llamar a los procesos judiciales que tratan casos de persecuciones por motivos políticos.
En la entrevista, el papa Francisco mencionó varios de los políticos latinoamericanos que han sufrido consecuencias negativas por esta práctica.
Iniciando, para aclarar un poco más el significado del término, explicó: «Abren camino los medios de comunicación. ‘Hay que impedir que este llegue a tal puesto’ y entonces le dan, ‘le empezamos a dar’. Y lo descalifican y le meten la sospecha de un delito».
Continúa: «Entonces se hace todo el sumario, que suelen ser sumarios grandísimos, donde no se encuentra, pero para condenarlo basta el volumen del sumario. ¿Dónde está el delito acá? Bueno, sí, parece que sí. Así fue condenado Lula».
Respecto a las víctimas del «lawfare», el papa Francisco mencionó, junto a Luis Inácio Lula da Silva, a la brasileña Dilma Roussef, una de las exmandatarias más afectadas por la práctica.
Explica: «¿Qué pasó con Dilma Roussef? No pudieron. Una mujer de manos limpias, excelente mujer. No pudieron, y con Lula, lo metieron en cana, y no pudieron».
Según el sumo pontífice, «con el olor del delito, que lo llaman ‘fumus delicti’, a veces el humo del delito te lleva al fuego del delito, otras veces es un humo que se pierde porque no tiene fundamento» y aquellos que siguen esa línea, «usan el olor, el humo como realidad y empiezan con los medios de comunicación a dejarte la persona ‘offside’, y después ya es fácil proceder».
De esta forma, el papa Francisco admite que «un juez siempre crea jurisdicción» ya que «su creatividad va por allí también», sin embargo, considera que debería ejecutarse «una jurisdicción armónica con el derecho. Porque te encontrarás un juez que te crea una jurisdicción totalmente opuesta, es un chantapufi, como decimos nosotros».
Finalmente, el Papa también habló sobre «el avance de la ultraderecha», afirmando: «La ultraderecha se recompone. Es curioso. Porque es centrípeta, no centrífuga. No crea hacia afuera posibilidades de reforma».
Según el papa Francisco, el único remedio es «la justicia social, no hay otro. Si querés discutir con un político, con un pensador de ultraderecha, hablá de justicia social. Hablá en horizontal», concluyó.