(CWR/InfoCatólica) Un hombre «transgénero» de la ciudad de Guadalajara (México) ha recibido un nuevo certificado de bautismo que afirma su identidad femenina, con la aprobación de un funcionario de la arquidiócesis católica de la ciudad.
La expedición de la partida de bautismo a principios de febrero fue seguida semanas después por dos artículos que afirmaban la ideología «transgénero» en el periódico de la arquidiócesis, que titulaba los artículos en primera página y mostraba el rostro de un hombre con pintalabios.
Tras la protesta de sacerdotes y laicos católicos, las autoridades de la arquidiócesis se han retractado del certificado de bautismo y han retirado de la circulación los artículos. Pero los incidentes han causado gran consternación entre los fieles de Guadalajara respecto a la dirección de la arquidiócesis.
En los últimos años, además de sus artículos promoviendo la transexualidad, el periódico arquidiocesano Semanario también ha publicado artículos que parecen promover la ideología feminista, la inseminación artificial, e incluso el punto de vista pro-aborto. El cardenal arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, ha apoyado públicamente el reconocimiento legal de las uniones homosexuales en los últimos años, contradiciendo el decreto del Vaticano de 2003 sobre el tema.
La controversia ha estallado en el contexto de un movimiento LGBT cada vez más poderoso en México que ha obtenido una legislación que permite a las personas «transgénero» cambiar sus certificados de nacimiento para reflejar su «identidad de género» declarada. Los líderes pro familia de México están siendo demandados con éxito por «violencia política» por referirse a las «mujeres» transexuales según su sexo biológico real.
El acta de nacimiento transgénero, que fue publicada en la página de Facebook del beneficiario, contiene su nuevo nombre legal, que pasó de ser «Carlos Alejandro Rea Cano» a «Wendy Nayeli Rea Cano», y se refiere a él como mujer.
«El 6 de septiembre de 1987, el padre Emilio Gutiérrez bautizó solemnemente a Wendy Nayeli Rea Cano», reza el certificado expedido el 3 de febrero, en el que se califica a Rea Cano de «hija legítima» de sus padres.
Rea Cano, que actúa como drag queen en el club nocturno «VIP Cabaret» de Guadalajara y en otros locales, dice que pasó por un proceso de nueve meses en las oficinas de la arquidiócesis antes de recibir la aprobación para cambiar su partida de bautismo, lo que pone en duda las afirmaciones de que los altos funcionarios no conocían el caso ni su disposición final.
«Después de nueve meses por fin obtuve el reconocimiento de mi identidad por parte de la Arquidiócesis de Guadalajara y las modificaciones correspondientes para mis documentos eclesiásticos», escribió Rea Cano en su página de Facebook el 3 de febrero.
Varias semanas después y tras numerosas consultas de sacerdotes locales, el canciller de la arquidiócesis emitió un comunicado privado a altos cargos del clero en el que distanciaba al arzobispo del documento y afirmaba que no cuenta con el «apoyo» de la cancillería.
En su mensaje grabado a los vicarios episcopales y obtenido por Catholic World Report, el canciller de la arquidiócesis, el padre Javier Magdaleno Cueva, atribuyó la decisión de expedir el certificado de bautismo al vicario general de la arquidiócesis, el padre Jesús García Zamora, que es el segundo en autoridad tras el propio arzobispo.
Tras señalar que algunos sacerdotes se habían puesto en contacto con él en relación con la partida de bautismo, Magdaleno afirmó que su propia oficina se había opuesto a su expedición. También negó que el arzobispo hubiera dado su aprobación, y añadió que el documento no estaría «respaldado» por la oficina de Magdaleno, encargada de autentificar los documentos diocesanos.
Dirigiéndose a los «vicarios episcopales», Magdaleno Cueva declaró: «Quiero precisar que lo que aparece en el documento no fue ordenado por el arzobispo. Yo no he dado tal instrucción. Al contrario, se dio la decisión contraria a la consulta».
«No sé cuáles son las razones para presentar este documento. Sólo los documentos firmados por mí son vinculantes. Por lo tanto, esta, tal vez, buena intención del Vicario General, o esta exageración en un caso extraordinario, no pueden contar con el apoyo de la cancillería».
Sin embargo, las pruebas fotográficas obtenidas por Catholic World Report muestran que el permiso para la expedición de la partida de bautismo se dio en papel de carta marcado «Cancillería», que es la oficina de Magdaleno Cueva. En él se pide al padre José Luis Carrillo Vázquez, párroco de Rea Cano en la parroquia de San Onofre de Guadalajara, que «coteje la documentación» del acta de nacimiento revisada de Rea Cano, que fue cambiada en 2016 para reflejar su nuevo nombre y «género».
«Para hacer coincidir la documentación [del acta de nacimiento]... favor de colocar en el margen inferior [del acta de bautizo original]: 'De acuerdo al documento oficial expedido en la Ciudad de México el 4 de octubre de 2016... que el nombre es Wendy Nayeli Rea Cano, y el nombre de la madre es María de los Ángeles Cano Ramírez'», señala la carta, y agrega: «A solicitud del interesado (interesada), se puede expedir copia del acta con los nuevos datos».
El documento está firmado en papelería que tiene el encabezado, «Arquidiócesis de Guadalajara» y debajo, «Cancillería», término que en México se utiliza para referirse específicamente a la oficina del Canciller. Sin embargo, está firmada por el padre Josúe Zúñiga Rubio, una de las cinco personas que figuran en el sitio web de la arquidiócesis como «funcionario» de la arquidiócesis, y no por el propio canciller.
En una breve entrevista con Catholic World Report, el vicario episcopal, el padre Jesús García Zamora, admitió que había tomado la decisión de colocar una nota a pie de página en el acta de bautismo de Rea Cano para hacer constar el nuevo nombre legal de Rea Cano, pero afirmó que el permiso para expedir un nuevo certificado fue un mero «error administrativo», y que el arzobispo no lo sabía. El prelado, que tiene poderes de ordinario en la arquidiócesis, no explicó cómo pudo ocurrir tal cosa después de un proceso de nueve meses. Añadió que la partida de bautismo había sido anulada.
En su propia declaración grabada, difundida por un compañero sacerdote, el padre Carrillo Vázquez relató que llamó a las oficinas de la arquidiócesis para confirmar que se había dado la orden de expedir la nueva partida de bautismo. Afirmó que habló con el funcionario que la había firmado, recibiendo de él confirmación verbal directa de que la orden era válida.
«Legalmente, ya no es un hombre, ¿verdad? Legalmente», dijo el padre Carrillo. «No sé si lo autorizó el vicario general, o [el canciller] Magdaleno, o alguno de los obispos auxiliares».
El P. Carrillo también afirmó que había hablado con uno de los obispos auxiliares sobre el asunto después de que sus compañeros sacerdotes le plantearan sus preocupaciones, y que éste le dijo que había «hecho lo correcto» al obedecer la orden, pero que el arzobispo quería esperar a que la Conferencia Episcopal Mexicana tomara una decisión sobre el asunto antes de expedir más actas de bautismo de este tipo.
El obispo auxiliar declaró también que el arzobispo emitiría una «circular» sobre el asunto. Hasta la fecha, no se ha emitido ninguna circular y el arzobispo no ha hecho ninguna declaración pública al respecto.
Rea Cano declaró inicialmente a CWR que, aunque había retirado el documento y las referencias al mismo de su página de Facebook, la arquidiócesis no se había retractado. Más tarde modificó su afirmación y dijo a CWR que su certificado de bautismo sigue «en trámite» en estos momentos. Actualmente se niega a conceder entrevistas sobre el tema.