(ACIPrensa/InfoCatólica) Los medios de comunicación en Nigeria actualmente son dominados por el tema de las controvertidas elecciones presidenciales del 25 de febrero, pero lamentablemente no se mencionan otros temas importantes como las incursiones terroristas que han estado sucediendo en Benue, uno de los estados nigerianos con mayor población católica.
Mike Uba, presidente del condado de Guma, ha informado que, posterior a las elecciones, seis condados en el estado «Cinturó Medio» han estado sufriendo fuertes y peligrosos ataques por parte de militantes fulani.
Uno de los atentados más recientes fue el del 7 de marzo, cuando un aproximado de 40 atacantes invadieron en motocicletas el pueblo de Tse Jor y acuchillaron a adultos, jóvenes y niños indefensos, dejando un total de 20 ciudadanos muertos y numerosos heridos. Así indica a ACN la colaboradora Helen Tikyaa, trabajadora de la Diócesis de Makurdi.
Tikyaa cuenta que condujo hasta la zona en el momento de los hechos, pero solo se atrevió a entrar cuando los asesinos ya se habían marchado.
Aunque ya han pasado más de 10 días desde el atentado, las mujeres y los niños de Tse Jor y pueblos aledaños todavía se trasladan a distintos campos de refugiados para desplazados internos de Naka, ubicados a 32 kilómetros de Makurdi.
El asesor de seguridad del gobernador de Benue, Paul Hemba, explicó a CNA que la posible razón por la que los atacantes no utilizaron armas de fuego para el atentado fue para evitar alertar con escándalo al ejército, cuya base más cercana se ubica a 11 kilómetros de Tse Jor.
«Los terroristas planearon este ataque sabiendo que obtendrían poca resistencia», explicó. «Este ataque en una zona rural remota fue una sorpresa para todos. Los atacantes sabían que los militares necesitarían al menos una hora para llegar al lugar del ataque debido a lo agreste de las carreteras y a que pocos de los aldeanos tenían siquiera teléfono móvil, y los que lo tenían no sabrían necesariamente a quién llamar en caso de emergencia».
El padre Remigius Ihyula, quien administra la ayuda en Makurdi, aseguró también que este atentado tomó totalmente desprevenidos a todos los habitantes y autoridades de Tse Jor.
«Era la primera vez que la comunidad veía tanta violencia desde que comenzaron las matanzas en 2001, y los atacantes llegaron sin avisar», dijo el padre Ihyula a CNA por medio de un mensaje de texto. «El motivo no podría ser otro que el terrorismo y el deseo de infligir dolor y dispersar a la población para ocupar las zonas desiertas».
Ya son más de un millón de personas las que luchan por sobrevivir en campamentos improvisados en Benue, debido al rápido incremento de ataques terroristas en la zona, asegura el presbítero.