(Asia News/InfoCatólica) «Pienso en los monjes ortodoxos de la Lavra de Kiev», dijo Francisco al final de la audiencia general, dirigiéndose a los fieles presentes en la plaza de San Pedro, «pido a las partes en conflicto que respeten los lugares religiosos. Las monjas y las personas consagradas a la oración, cualquiera que sea la confesión a la que pertenezcan, son el sostén del pueblo de Dios».
En los últimos días, el Patriarca de Moscú, Kirill, había apelado a Francisco y al Secretario General de la ONU, Guterres, para que «impidan la expulsión de los monjes» de la Lavra, contra la cual también hubo manifestaciones en Kiev. Tras la caída de la Unión Soviética, el complejo pasó a ser propiedad del gobierno ucraniano con un acuerdo de usufructo gratuito por parte de los monjes del Patriarcado de Moscú, que hoy -en el contexto de la guerra actual- Kiev no quiere renovar. Sin embargo, el ministro de Cultura, Aleksandr Tkacenko, declaró en las últimas horas que «los monjes podrán permanecer en la Lavra bajo ciertas condiciones» y que «no habrá ninguna medida de fuerza» contra ellos.
El Monasterio de las Cuevas es un monasterio cristiano ortodoxo en Kiev. El inicio de su existencia se data en 1051 durante el reinado de Yaroslav el Sabio. Es el monasterio más antiguo de Ucrania y uno de los lugares santos para todos los cristianos ortodoxos.