(SIC/InfoCatólica) Halloween (que en inglés antiguo significa víspera santa) tiene un origen celta y es una fiesta practicada en la península Ibérica desde la Alta Edad Media, pero Sánchez añade que en la actualidad procede de Estados Unidos y ha sido “reimportado” a Europa.
“Si todo quedara en juego de niños, con sus regalos y travesuras…”, apuntó el obispo, se puede “correr el riesgo de que, a impulsos del comercio, del consumo y de la moda, costumbres como ésta, paganas, importadas, prevalezcan y hasta desplacen costumbres cristianas como la devoción a los santos y la oración por los difuntos”.
En esta misma línea, Sánchez recordó que la Iglesia católica, además de celebrar la fiesta de Todos los Santos, al día siguiente conmemora también la de Todos los Difuntos.
La inmediatez de ambas conmemoraciones y el hecho de que Todos los Santos sea día festivo y Difuntos laborable hace que la visita a los cementerios para orar y llevar flores se haga el 1 de noviembre, cuando en su opinión debería haber tiempo para ambas “obligaciones”.
“Son dos buenas costumbres cristianas que hemos de cultivar y transmitir a las siguientes generaciones, explicándoles el verdadero sentido del culto a los santos y su diferencia con la oración por los difuntos”, concluyó el obispo.