(RV/InfoCatólica) En el Mensaje final entregado por Benedicto XVI al pueblo africano, aparecen las realidades y los desafíos actuales de África y su necesidad de reconciliación, justicia y paz. En este sentido, el Santo Padre ha recordado algunos temas de actualidad en el continente: el aumento de vocaciones misioneras, la importancia de la familia en África como célula primaria de la sociedad que hoy vive amenazada por corrientes ideológicas externas, y el problema que tienen que afrontar los jóvenes en el continente enfrentados a comportamientos que contrastan los valores humanos y cristianos.
“La Iglesia –ha señalado el Papa- responde volviendo a proponer, con ímpetu, el anuncio del Evangelio y la acción de la promoción humana. Animada por la palabra de Dios y de la Eucaristía, ésta se esfuerza por hacer que nadie se vea privado de lo necesario para vivir y que todos puedan llevar una existencia digna del ser humano”.
Al concluir esta Segunda Asamblea Especial del Sínodo para África, Benedicto XVI ha recordado que en 2010 se celebrará la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos. Precisamente, en ocasión de la próxima visita a Chipre, el Pontífice ha anunciado que entregará el “Instrumentum laboris”.
Tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto XVI ha saludado como es tradicional en diferentes idiomas, recordando en italiano, la beatificación hoy en Milán del sacerdote Don Carlo Gnocchi, quien trabajó –ha dicho el Papa-, para “restaurar a la persona humana”. Recordando la biografía de Don Gnocchi, y saludando a quienes han participado en la ceremonia de beatificación, el Santo Padre ha hecho suyo el lema de esta ceremonia: “De parte de la vida, siempre”.
Y a continuación les ofrecemos las palabras que Benedicto XVI ha dirigido a todos los fieles de lengua española: “Saludo con afecto a los fieles de lengua española. Con la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro ha concluido esta mañana la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos. En un clima de profunda y fraterna comunión eclesial, hemos escuchado testimonios elocuentes del gran dinamismo misionero de la Iglesia africana, así como de los importantes desafíos que tiene que afrontar en el momento presente. Pidamos al Señor, por intercesión de la Santísima Virgen María, que conceda al Pueblo de Dios en África un renovado impulso evangelizador, al servicio de la reconciliación y la paz. ¡Feliz domingo!”.