(InfoCatólica) De Santis explica así en Twitter lo que ha hecho:
Firmé la legislación para poner fin al estado de autogobierno de Disney, coloqué el área en administración judicial estatal y nombré a 5 miembros para una junta de control estatal.
Disney ya no tiene su propio gobierno, vivirá bajo las mismas leyes que todos los demás y pagará sus deudas y la parte justa de los impuestos.
El gobernador llegó a afirmar:
«Hay un nuevo sheriff en el lugar»
Efectivamente, la nueva ley permite al estado tomar el control del órgano de Gobierno del Reedy Creek Improvement District, un área de poco más de 100 kilómetros cuadrados en la que se asienta desde 1971 el parque de atracciones más famoso del mundo. El lugar pasa a llamarse Central Florida Tourism Oversight District y no estará regido por una junta integrada por personas cercanas a la compañía, sino por cinco miembros escogidos por el gobernador.
El Senado de Florida aprobó en marzo del año pasado la ley que impide adoctrinar en las aulas a los niños sobre las tesis LGTBI y la ideología de género. La comunidad LGTB buscó y obtuvo el apoyo de Disney, compañía clave para la economía del estado sede de sus parques de atracciones. El gobernador De Santis decidió entonces plantar cara al gigante del entretenimiento. Y advirtió:
«Si estás en una de estas corporaciones, si eres un CEO de empresa woke, y quieres involucrarte en nuestro negocio legislativo, mira, es un país libre. Pero entiendan, si hacen eso, voy a luchar contra vosotros. Y me voy a asegurar de que la gente entienda tus prácticas comerciales, y cualquier cosa que no me guste de lo que estás haciendo».
En abril de ese mismo año De Santis pidió a la Cámara de representanes de Florida que retirara la exención de impuestos a la compañía. Y lo consiguió.
Ahora ha dado el último paso para dejar a Disney sin todos los privilegios que tenía desde 1967.