(Fides/InfoCatólica) El nuevo Jefe de Estado pertenece al mismo partido (All Progressives Congress APC), que el Presidente saliente, Muhammadu Buhari, a pesar de que este último ha sido criticado sobre todo por no haber cumplido las promesas que hizo en la anterior campaña electoral de 2015 de restablecer el orden y la seguridad en el país y luchar a fondo contra la corrupción.
La INEC ha anunciado que Tinubu, de 70 años, ha obtenido 8,8 millones de votos, alrededor del 36,6% del total, superando al vicepresidente del Partido Democrático Popular (PDP), Atiku Abubakar, y a la estrella emergente de la política nigeriana, Peter Obi, del Partido Laborista.
El recuento de votos ha sido duramente contestado por los principales partidos de la oposición del país, que ayer, 28 de febrero, afirmaron en una rueda de prensa conjunta que los resultados de las elecciones estaban «gravemente falsificados y manipulados».
La Conferencia Episcopal Nigeriana también ha expresado sus dudas sobre el trabajo de la Comisión Electoral Independiente. «Antes de las elecciones del pasado fin de semana, tanto el gobierno federal como la INEC aseguraron a los nigerianos que se habían realizado suficientes reformas y preparativos electorales para garantizar que la voluntad soberana del pueblo se reflejara fielmente en el desarrollo de las elecciones», ha declarado en un comunicado el arzobispo de Owerri y presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana (CBCN), Lucius Iwejuru Ugorji. Confiados en el sistema electoral, los votantes «han acudido en gran número a las urnas para elegir libremente a su próximo Presidente y a sus representantes en el Senado y en la Cámara de la Asamblea Federal».
«Desgraciadamente, la experiencia de muchos votantes el día de las elecciones ha estado muy lejos de la fluidez de la votación prometida en repetidas ocasiones», subraya el Presidente del CBCN. «En muchos colegios electorales, el elemento humano ha comprometido los beneficios esperados de las innovaciones de la nueva ley electoral», añade Mons. Iwejuru Ugorji refiriéndose a las nuevas tecnologías utilizadas en la votación. «Además, el retraso en la transmisión electrónica de los resultados de las unidades de votación al portal de visualización de resultados de la INEC antes de su anuncio en los centros de votación ha levantado sospechas entre muchas personas sobre la transparencia de todo el proceso. Por lo tanto, hay una tensión palpable en el aire y agitaciones no sólo de algunos partidos políticos, sino también en una parte importante de la población nigeriana», concluye. Anteriormente, observadores electorales independientes y Cáritas Nigeria (que ha desplegado 6.000 observadores en los 36 estados de la federación nigeriana), habían denunciado graves dificultades organizativas y falta de transparencia en el proceso electoral.