(Katolisch/InfoCatólica) La carta de Bätzing está dirigida al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y a los cardenales prefectos Luis Ladaria y Marc Ouellet y fue enviada la semana pasada, antes del comienzo de la Asamblea Plenaria de primavera de los obispos alemanes, que se celebra desde el pasado lunes en Dresde.
La próxima asamblea general del sínodo alemán tiene previsto crear un Comité Sinodal que a su vez creará un Consejo Sinodal en los próximos tres años. «La propuesta original era establecer inmediatamente un Consejo sinodal. En el ejercicio de la responsabilidad episcopal, no pudimos estar de acuerdo con esta propuesta, y el resultado de nuestras deliberaciones conjuntas es el paso intermedio del Comité Sinodal, que se ajusta totalmente a nuestras directrices», asegura Bätzing en la carta publicada el miércoles.
«Fecha oportuna para la discusión» en Roma
En la carta, el presidente de DBK también anunció que discutiría más a fondo las cuestiones teológicas planteadas por los tres cardenales en el círculo de obispos: «Por esta razón, les pido su comprensión si no entro en aspectos individuales de sus declaraciones en esta carta, pero estoy contento y agradecido de aceptar la oferta de discusión que me han hecho». Agradeció a los tres cardenales que «faciliten un encuentro en Roma lo antes posible» después de la próxima quinta y última Asamblea sinodal del Camino sinodal, que tendrá lugar la próxima semana en Fráncfort del Meno.
Ya hubo reunión y no hicieron caso
Lo cierto es que los obispos alemanes ya tuvieron oportunidad de reunirse con los cardenales mencionados durante su visita ad limina del pasado mes de noviembre, y ya se les advirtió de que el sínodo alemán no podía tomar medidas contrarias a la doctrina y la disciplina de toda la Iglesia.
Es evidente que los obispos alemanes no hicieron caso a las indicaciones de los cardenales curiales y por eso tuvieron que enviarles una carta, aprobada por el Papa, para recordarles cuál es su deber y qué es aquello que no pueden hacer.