(ACIPrensa/InfoCatólica) El padre José Antonio Fortea, sacerdote católico español especializado en demonología, habló sobre la película «El exorcista del Papa» después de haber sido publicado el tráiler, y explicó que este filme se trata de una exageración de los hechos reales.
La película está supuestamente basada en la vida del padre Gabriele Amorth y fue protagonizada por Russel Crowe.
El padre Fortea dijo que, debido a la distorsionada percepción que se tiene del poder del ángel caído, «la acción del demonio sobre los posesos es exagerada» en este tipo de películas.
En el tráiler, publicado el pasado Miércoles de Ceniza por Sony Pictures Entertainment, se asegura que la producción está «basada en los archivos del Padre Gabriele Amorth, exorcista principal del Vaticano».
Sin embargo, el padre Fortea habló al respecto en su blog, donde dijo que la productora debería encargarse de aclarar que «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia» puesto que «el exorcismo es lo que aparece en los evangelios» y el «más espectacular» es el de los endemoniados de Gerasa, quienes vivían en tumbas y rompían cadenas con su propia fuerza, pero llegó el Señor y arrojó a todos los demonios que los poseían a una piara.
Entendiendo así este pasaje bíblico, el demonólogo español explica que, «si hubieran ocurrido más cosas en ese exorcismo u otros, nos las habrían contado los evangelistas».
Asimismo, hace énfasis en que, «en los relatos de curaciones, las descripciones son variadas y detalladas» por lo que «en el campo de los posesos no había nada más que contar».
Además, explica que «lo sustancial de las posesiones es la furia en medio de una situación de trance» aunque «alguna rarísima vez puede ocurrir algún hecho más llamativo, como vomitar algún objeto».
Sobre la película «El exorcista del Papa», el autor de la Summa Daemoniaca comentó que «la visión que nos da el cine de la acción del demonio sobre los posesos es exagerada» puesto que «la visión hollywoodiana del poder del demonio está desfigurada».
El padre Fortea explica que, más allá de la visión que tengan los guionistas, «Dios limitó el poder del demonio para que no cayéramos en temor hacia él» y «para no fomentar atracción sobre sus potenciales adoradores».
«La labor del exorcista, por ende, resulta también más humilde: consiste en orar, en el ascetismo, intercalando órdenes de tanto en tanto durante los rituales» agregó. «El exorcista no ejecuta poses teatrales», ni hace «nada estrambótico que asemeje su labor a la de la magia».
De igual forma, recordó que, en los filmes con el tema de exorcismos, los guionistas y directores suelen incorporar conspiración y «oscuros secretos maquinados por la jerarquía de la Iglesia».
El padre Fortea considera que «los guionistas de Hollywood son extremadamente anticlericales» y es debido a esto que «en sus historias, necesariamente, esa jerarquía ha de estar involucrada en hechos espantosos, oscuros».
Y concluye: «Una película de Hollywood nunca puede mostrar una lucha entre el demonio (el mal) y la Iglesia (el bien), sino que el demonio y la Iglesia están del mismo lado frente a un exorcista-héroe».