(ACI Africa/InfoCatólica) Los guerrilleros siguen causando estragos en las comunidades atendidas por la diócesis católica de Makurdi, en Nigeria, y quienes están detrás de los ataques destruyen las reservas de alimentos en las aldeas.
El informe del obispo detalla los asesinatos, desplazamientos y destrucción por parte de quienes han sido denominados «pistoleros desconocidos» -probablemente guerrilleros sin control- en algunas partes del estado nigeriano de Benue.
El informe adjunta imágenes de la destrucción de propiedades y alimentos almacenados por los aldeanos. «Una vez más les traemos actualizaciones sobre los asesinatos y desplazamientos de aldeanos en la diócesis de Makurdi y otras áreas en el estado de Benue», dice el prelado.
«Hay un intento deliberado de atacar las fuentes de alimentos de las poblaciones para que los que no mueran por las balas y los machetes mueran de hambre», afirma el obispo, religioso claretiano.
Víctimas recientes
En la aldea de Agbanu, en la carretera de Naka a Agagbe, en el área de gobierno local de Gwer West, una de las dos personas asesinadas era Theophilus Terfa, estudiante de la Universidad Estatal de Benue.
En la comunidad de Nzaav, en Kwande, un hombre identificado como Terhemba Tsekena fue secuestrado el 25 de enero, torturado y posteriormente liberado.
Entre las cinco personas asesinadas el 31 de enero en Unyo, a lo largo de la carretera de Naka a Makurdi, en el área de gobierno local de Gwer West, se encontraba Abubakar Mahnud, agente de la oficina de la división de policía de Naka. En el ataque también murieron dos comerciantes.
El informe indica que «muchos resultaron heridos y desplazados» el 30 de enero, cuando guerilleros atacaron la comunidad de Udei, en el Área de Gobierno Local de Guma, dejando dos muertos.
La diócesis católica nigeriana compartió con ACI África imágenes sangrientas de las personas que fueron asesinadas, así como las casas que las aldeas que fueron incendiadas.
Haciendo un llamamiento a la oración por el pueblo de Dios que sufre a manos de las guerrillas en la nación más poblada de África, el obispo Chikpa dice: «Que el Señor escuche nuestras plegarias y venga pronto a ayudarnos».
