(AICA/InfoCatólica) El prelado insistió en destacar que los niños “son un cuerpo social, no son futuro, son presente que hoy Dios nos confía para que los ayudemos a que desplieguen todo su potencial de vida y de fe, para que aporten a la vida de la Iglesia todo lo que sólo ellos pueden brindarle: espontaneidad, frescura, alegría, simplicidad, ternura”.
--¿Cómo nació esta idea de hacer una Misa de Niños en un estadio deportivo?
Primero me gustaría aclarar que la idea madre no fue celebrar la Misa en un estadio deportivo. La idea inicial, en el año 1987, fue la de realizar un acto en el cual el arzobispo reuniera a todos los chicos de Buenos Aires para celebrar junto con ellos la Eucaristía. La cantidad de chicos, que fue aumentando, hizo que tuviéramos que buscar un lugar apropiado para recibirlos y pudieran celebrar cómodamente en un clima de fiesta y alegría. Si bien celebramos en un estadio, el estadio pasa a ser en ese momento un templo.
--¿Hace cuánto que se realiza y qué se espera de un encuentro de estas características?
Como antes les mencioné, esta propuesta de modo masivo surge en 1987 al tratar de dar a los chicos un espacio y un lugar diferente dentro de la Iglesia. No son el furgón de cola, ni los que deben esperar a ser grandes para poder vivir la fe y celebrarla. Son un cuerpo social, no son futuro, son presente que hoy Dios nos confía para que los ayudemos a que desplieguen todo su potencial de vida y de fe, para que aporten a la vida de la Iglesia todo lo que sólo ellos pueden brindarle: espontaneidad, frescura, alegría, simplicidad, ternura.
Los niños, por naturaleza, son activos, vitales, alegres, explosivos, espontáneos. Jesús confía muchísimo en los niños, porque sabe que consiguen lo que se proponen. Cristo los pone en medio y los acaricia porque son débiles, confiados y receptivos. También porque encarnan los valores evangélicos esenciales.
Esta misa se encuadra dentro de los objetivos del trabajo pastoral con niños dentro de la arquidiócesis:
Que se identifiquen plenamente con Jesucristo porque los chicos buscan modelos de identificación y tienen una capacidad muy grande para proyectar sus ideales en aquellas personas que encarnan valores positivos.
Que crezcan en la oración y en la celebración festiva de la fe. Los niños tienen una capacidad muy grande para el encuentro con Dios. Hay que permitirles y ayudarlos a crecer según el estilo propio con el que pueden hacerlo de acuerdo a su edad y etapa del desarrollo de su fe.
Que descubran su pertenencia a la lglesia y la experimenten de una manera viva. Los niños son parte importante de la Iglesia y tienen que reconocer el lugar que ocupan; son un cuerpo vivo dentro del pueblo de Dios y deben aportar toda la riqueza que tienen.
Que despierten a una conciencia misionera. Los niños son expresivos y espontáneos; su misma manera de vivir la fe, unida al incentivo necesario los hacen alegres transmisores de la Buena Noticia.
Que vivan su compromiso cristiano desde una actitud solidaria. Los niños poseen una sensibilidad muy grande hacia las necesidades de los demás. Están en la edad propicia para unir la fe con las obras.
--¿Quiénes trabajan para esta Misa y qué se le fue sumando cada año como ingredientes renovadores?
Fundamentalmente el equipo de la Vicaría de Pastoral para Niños junto con todos los dirigentes, catequistas y animadores que se quieren sumar a esta propuesta. Los elementos que se fueron sumando a lo largo de los años han sido los que la misma naturaleza de los chicos fue reclamando para permitir que sea un canal de su propia religiosidad a partir de los elementos que pertenecen al mundo infantil: el juego, la expresión física, la música, el baile, el color, la fantasía, el cuento.
--¿Qué lugar ocupa la solidaridad en la preparación previa y en la misa propiamente dicha?
Un lugar preponderante dado que necesitamos crear la conciencia de que la mesa de la Eucaristía y la mesa de la Vida están servidas para todos y nadie puede estar sin lo necesario para poder compartirla. La fe se manifiesta en las obras.
--¿Qué les dice a quienes nunca participaron de este encuentro eucarístico?
Lo que Jesús decía: "Vengan y vean...". Y la misa, como en el Evangelio del llamado a estos discípulos, es también a las cuatro de la tarde.
--¿Quién es Santa Teresita en el corazón de Buenos Aires para los niños?
Es la patrona de los chicos, aquella que desde su más tierna infancia amó a Jesús con su corazón de niña y nos muestra un camino sencillo para seguirlo: el dejarse amar por Jesús, el dejar que lo haga todo y nosotros simplemente poner nuestra disponibilidad para que Él obre, el no buscar grandes cosas sino las pequeñas pero hechas con gran amor.
--¿Qué significa para el cardenal Bergoglio estar cerca de los niños y compartir con ellos ese diálogo tan fraterno que se da durante la homilía?
No se queden con mi opinión: vengan, vivan la Misa y escúchenlo.