(Die Tagespot/InfoCatólica) Según el prelado español, Alemania fue antaño un faro de esperanza para la teología católica. En Alemania, el obispo conoció una «teología conscientemente preocupada por su identidad católica», surgida de la confrontación con la Reforma y la modernidad. Pero desde la que era la «mayor fuerza espiritual y teológica para la evangelización de la modernidad», según Camino, ahora estamos ante el hecho de que «el viento en contra por parte del mundo moderno parece hacer tambalear la nave de la Iglesia».
La deriva del cardenal Marx
«Lo que hace cuarenta años eran propuestas radicales de algunos teólogos y activistas eclesiales, hoy, en el marco del llamado Camino Sinodal, lo reclama la mayoría de los obispos alemanes», dice el obispo jesuita, ilustrándolo con la descripción de una sobremesa que mantuvo con el cardenal Reinhard Marx en el Katholikentag 2018, cuyas exigencias en aquel momento también eran lamentables, dice, como las del Camino Sinodal, aunque detrás estuviera la buena intención de un anuncio eficaz.
Falta de confianza en la Iglesia
Según el obispo español, hay una falta de confianza en la Iglesia y en su misión. A pesar de todos los males, sigue siendo el pueblo de Dios, la «presencia única del Salvador resucitado». El Dios misericordioso se ha comunicado finalmente a la Iglesia, dijo Camino, explicando que es una gran contradicción querer permanecer con este Dios misericordioso y al mismo tiempo poner el propio «yo» por encima de la Iglesia, lo que llevó a la división en el curso de la Reforma. El obispo auxiliar de Madrid apela a la Iglesia alemana: «¡No volvamos a equivocarnos de camino!»