(Aica/InfoCatólica) Tras los dos telegramas a los nuncios de los respectivos países y tras el tuit de ayer desde la cuenta @Pontifex, Francisco expresó verbalmente su angustia -durante la audiencia general de este miércoles 8 de febrero- por estas personas que vieron derrumbarse casas y ciudades ante sus ojos y morir a sus seres queridos.
«En este momento mi pensamiento se dirige a las poblaciones de Turquía y Siria, duramente golpeadas por el terremoto que causó miles de muertos y heridos. Rezo por ellos con emoción y expreso mi cercanía a estos pueblos, a las familias de las víctimas ya todos los que están sufriendo esta devastadora calamidad».
Francisco agradeció a todos los que están trabajando arduamente para llevar socorro a las poblaciones del sur de Turquía y el noreste de Siria, excavando entre los escombros en busca de hombres, mujeres y niños. Los esfuerzos de socorro, sin embargo, se vieron obstaculizados por las réplicas, las temperaturas bajo cero, las carreteras dañadas y también por la falta de un plan eficaz para hacer frente a las emergencias.
«Animo a todos a mostrar solidaridad con estos territorios, en parte ya golpeados por una larga guerra».
Palabras, estas últimas, dirigidas en particular a las poblaciones de Alepo y otras ciudades sirias que tienen miedo de volver a sus hogares, inseguros por las bombas de esta década de conflicto. El Papa encomienda todo y a todos a la protección de la Virgen María.
«Oremos juntos para que estos hermanos y hermanas nuestros puedan salir adelante frente a esta tragedia y pidan a Nuestra Señora que los proteja».
Ucrania y Chile
Como en cada audiencia general de los miércoles y cada ángelus dominical, desde el 24 de febrero de 2022 hasta hoy, el Papa no pierde un pensamiento por la Ucrania atacada, donde se registran nuevos ataques en el oblast de Sumy, en la zona nororiental, y teme una nueva ofensiva a gran escala hacia el Este en los próximos días.
«No olvidemos el sufrimiento del pueblo ucraniano tan azotado en este frío, sin luz, sin calefacción y en guerra».
Por último, el Papa no olvida, en su saludo a los peregrinos de habla hispana, «las víctimas y afectados por los incendios» en Chile. La referencia es al incendio que se desató en los bosques de las regiones centro-sur de Nuble y Biobío y luego en el de Auracanía, más al sur, donde azota una intensa ola de calor. Los incendios causaron hasta el momento al menos 26 muertos y 1.182 heridos, además de haber destruido unas 1.560 viviendas.