(ACIPrensa/InfoCatólica) Gracias a una fraternidad de religiosos franciscanos capuchinos, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, está recibiendo un valioso servicio y tomando mucha actividad en la vida pastoral.
Según contó Fray Donatello en una entrevista con ACI Prensa, esta fraternidad de hermanos capuchinos se encuentra en Londres desde el 2017, cuando llegaron para dar «un testimonio de vida fraterna y de fuerte vida de oración».
Aunque ha variado a lo largo de los años, a día de hoy la fraternidad está compuesta por cinco hermanos provenientes de distintos países: Francia, Líbano, India e Italia.
Ellos cinco se dedican a realizar actividades pastorales con el fin de animar y darle vida al Santuario; uno de los servicios que practican con más frecuencia es «la acogida y la escucha de las personas para acompañarlos al encuentro con Cristo».
Además, destinan gran parte de su tiempo al servicio litúrgico, ofrecen el sacramento de la confesión y realizan acompañamiento a personas con deficiencias y problemas físicos y psíquicos.
En la misma entrevista, Fray Donatello contó que se han podido sentir grandes «frutos espirituales de personas que regresan al Señor después de muchos años de haberse alejado de Él» en Lourdes, y que cada uno de ellos es testigo de cómo «Dios nunca se ha alejado de ellos, porque el corazón de Dios, y su misericordia, están siempre abiertos».
Fray Donatello también aseguró sentir una «gran alegría» por la oportunidad de compartir la misión en la casa de los capellanes junto a otras realidades eclesiales.
Asimismo, el padre Jean-Marcel Rossini comentó también a ACI Prensa que los hermanos capuchinos ofrecen su servicio acompañados de la herencia del Venerable Marie-Antoine de Lavaur, quien inició varias de las iniciativas de religiosidad popular que hoy se realizan en Lourdes, como la peregrinación con antorchas, que ya lleva 160 años de tradición.
El sacerdote Marie-Antoine es muy recordado por haber sido «un gran colaborador de Nuestra Señora de Lourdes en su calidad de confesor que lee las almas y trae la paz a los corazones, por el gran número de peregrinaciones que allí conduce, y por las ceremonias populares que aún se celebran allí y de las que fue el iniciador».