(UNAV) «Chesterton profetizó que la herejía del futuro sería una herejía moral». Así lo ha afirmado en la Universidad de Navarra el poeta y analista político Enrique García-Máiquez, con motivo de su participación en una jornada académica organizada por las Facultades de Teología y Eclesiástica de Filosofía titulada ‘Dos colosos: Chesterton y Sto. Tomás de Aquino’.
Para García-Máiquez, «Chesterton sentiría rechazo hacia el aborto y hacia la aceptación social del aborto y estaría en todos los debates. Estamos ante un momento para el diálogo intelectual».
La tesis de su conferencia se centró en argumentar por qué la biografía de Santo Tomás de Chesterton recibió excelentes críticas y en plantear si realmente el autor podría haberla escrito con la misma calidad de otra persona diferente. En este sentido explicó que el resultado tan brillante se debió a una íntima coincidencia de la idea esencial de ambos de que «en el hecho de ser late la huella de Dios».
Además, recordó diez características que tienen en común Sto. Tomás y Chesterton como son la humildad, la pasión por la verdad, la capacidad de discusión (sin imponer doctrina, sino conciliándola), ambos amaban la realidad, los dos eran poetas, su pasión por la alegría, compartían una misma fe, el valor del justo medio, el interés por el hombre común y su parecido físico.
Ante una sala con más de 300 estudiantes, que celebraban el día de su patrón, quiso recordar que la Facultad de Teología «es el esqueleto de una universidad, el que la sostiene erguida».
La jornada ha contado también con la participación del profesor Juan Luis Lorda, autor de la nueva traducción de Ortodoxia (Rialp, 2022), una de las obras más relevantes de Chesterton, escrita en 1908 cuando aún no se había convertido al Catolicismo y donde se concentra «su evolución intelectual». Para Lorda, Ortodoxia, como los grandes libros, «merece mucha meditación».
En su exposición hizo un recorrido por la biografía del autor y afirmó que «lo que a Chesterton le acercó a la fe era ver cómo el cristianismo era atacado de una forma absurda por distintos frentes». Piensa que lo bueno hay que amarlo apasionadamente y rechazar lo malo de forma radical.
«Chesterton, un mago del diálogo»
Sobre la capacidad de dialogar de Chesterton, el profesor Lorda destacó que «su gran ventaja» era que siempre sorprendía y conectaba muy bien con las personas: «Ahora hay una especie de estupidez que impide el diálogo, la vida intelectual vive en la Guerra Civil, donde el diálogo consiste en destruir al contrario. Hay muy poco estilo intelectual y en eso Chesterton era un mago». En este sentido, García-Máiquez apostilló que «para ser alegre en el debate hay que saber disfrutar del mandoble, y eso Chesterton lo hacía muy bien».
Además, durante la sesión, el profesor Lorda anotó las diferentes facetas por las que destacaba el autor inglés «con cuidado de no reducirle a ninguna de ellas: fue un articulista perspicaz, un editor que pasó de cobrar 4 peniques a publicar grandes libros y estar en los debates de la época, fue un gran crítico literario, un buen ensayista, y un gran novelista y poeta».