(LSN/InfoCatólica) Para defender sus derechos como mujer, Klyne-Simpson se plantea ahora presentar una denuncia por violación de los derechos humanos después de que un miembro del personal del gimnasio exclusivo para mujeres le pidiera que utilizara el gimnasio mixto.
Esta experiencia, dijo, le dejó «extremadamente desolado» y señaló que en el pasado se ha sentido extremadamente incómodo haciendo ejercicio cerca de «un montón de tíos muy cachas en el gimnasio de la universidad». Esto, dice Klyne-Smith, se debe a que es mujer: «No entendía por qué me sentía incómoda, porque entonces no sabía que era trans. Seguía pensando que era un chico. Encontrar un gimnasio para mujeres fue algo que me pareció muy emocionante, y ahora que lo sé, entiendo por qué me sentía incómoda en el otro sitio».
El propietario del gimnasio, Dale Nagra, declaró que Klyne-Simpson puede utilizar el gimnasio mixto, donde hay vestuarios de género neutro: «Queremos que [Klyne-Simpson] se sienta a gusto, pero también tenemos que preocuparnos por las chicas jóvenes, que este gimnasio está preparado para ellas y para las mujeres, y cómo se van a sentir sus padres si están allí y luego entra esta persona con voz masculina y grandote».
La incomodidad de Klyne-Simpson, señaló razonablemente, no debería ser la preocupación primordial: «Así que ahora se elige la comodidad del varón que se identifica como mujer... y luego cualquiera puede entrar diciendo: 'Vale, me identifico como mujer, y quiero poder entrar ahí'. Entonces, ¿elegimos la comodidad de la persona transexual, que quizá no se sienta tan cómoda en el gimnasio mixto pero al menos es una alternativa, o elegimos la comodidad de las chicas jóvenes que trabajan allí y que quizá no se sientan cómodas?».