(ADF/INfoCatólica) Smith-Connor permaneció quieto y en silencio en la vía pública durante unos minutos antes de ser abordado por «agentes acreditados de seguridad comunitaria». Estaba de espaldas a la clínica para respetar la intimidad del personal y de los asistentes al abortorio. Las imágenes de vídeo muestran a los agentes del ayuntamiento preguntándole qué estaba haciendo. Smith-Connor les informó de que estaba «rezando por mi hijo, que ha fallecido».
Desde el 13 de octubre de 2022 se aplica una zona de censura o «zona tampón». La zona fue implantada por las autoridades locales mediante una Orden de Protección de Espacios Públicos (PSPO, por sus siglas en inglés) que penaliza la realización de «un acto» o incluso «intento de acto» de «aprobación/desaprobación, con respecto a cuestiones relacionadas con los servicios de aborto, por cualquier medio. Esto incluye, entre otros, medios gráficos, verbales o escritos, oración o asesoramiento» en los alrededores de un centro abortista. La PSPO prohíbe además los actos religiosos, incluida la lectura de las escrituras o persignarse.
A Smith-Connor se le ha impuesto una multa en virtud de la PSPO. El Consejo declaró en su correo electrónico que la multa se basa en su declaración de que había estado «rezando por su hijo, que ha fallecido».
ADF Reino Unido apoya a Smith-Connor y ha contratado a un equipo jurídico para que impugne la multa.
«Nadie debería ser criminalizado por lo que cree, y menos cuando expresa sus creencias en silencio, en la intimidad de su propia mente. Al igual que en el caso de Isabel Vaughan-Spruce el mes pasado, Adam podría ser procesado ahora por tener pensamientos, y elevar esos pensamientos a Dios en oración, dentro de una zona de censura. La rápida proliferación de órdenes que criminalizan a voluntarios como Adam e Isabel debería ser una llamada de atención para todos aquellos que valoran la libertad de expresión -incluso la libertad de pensamiento-, independientemente de sus opiniones sobre el aborto», ha declarado Jeremiah Igunnubole, asesor jurídico de ADF UK, la organización legal que apoya a Adam Smith-Connor.
Sanciones por rezar
Al enterarse de que Smith-Connor rezaba por su hijo fallecido, el funcionario municipal respondió: «Lamento su pérdida. Pero en última instancia, tengo que seguir las directrices de la Orden de Protección del Espacio Público, para decir que estamos en la creencia de que usted está en violación de la cláusula 4a, que dice acerca de la oración, y también los actos de desaprobación ... ». Cuando Smith-Connor intervino: «Sólo estoy de pie rezando», ella respondió de nuevo: «Lo entiendo. Pero la PSPO está en vigor por una razón y tenemos que cumplir esas normas».
Reflexionando sobre la sanción, Smith-Connor dijo:
«Hace 22 años llevé a mi ex novia en coche a un centro y pagué para que abortara. Fue un momento crucial en mi vida. Las consecuencias de mis actos de aquel día volvieron a afligirme años después, cuando me di cuenta de que había perdido a mi hijo Jacob por un aborto que yo había pagado. Hace poco, me planté frente a un centro similar y recé a Dios por mi hijo Jacob, por otros bebés que han perdido la vida a causa del aborto, por sus familias en duelo y por el personal de las clínicas abortistas.»
«Nunca me habría imaginado estar en situación de arriesgarme a tener antecedentes penales por rezar en silencio. En el pasado, asistí a abortos en el hospital como parte de mi formación médica en el ejército, pero ahora rezo por quienes practican abortos porque me doy cuenta de lo perjudicial que es el aborto para las mujeres y las familias, y de que cada vida humana es valiosa, por pequeña que sea. Sobre todo, me mueve a rezar lo que le ocurrió a mi hijo Jacob», continúa.
Isabel Vaughan-Spruce se enfrenta a un juicio por rezar
El mes pasado se hizo viral un vídeo de la detención de Isabel Vaughan-Spruce después de que dijera que «podría» estar rezando en silencio en un PSPO. La voluntaria benéfica comparecerá ante el Tribunal de Magistrados de Birmingham el 2 de febrero tras ser acusada de infringir la PSPO local por rezar en silencio en su mente.
Tras afirmar que creían que Vaughan-Spruce estaba rezando en silencio, los agentes de policía registraron, detuvieron y acusaron a Vaughan-Spruce de «protestar y participar en un acto intimidatorio para los usuarios del servicio». Desde la creación de la zona de censura de la PSPO, Vaughan-Spruce sólo había rezado cerca del centro abortista cuando éste estaba cerrado. Por lo tanto, es difícil entender cómo podía haber «usuarios de los servicios» presentes mientras ella rezaba en silencio.