(ACIPrensa/InfoCatólica) El presidente del Frente Nacional por la Familia en México, Rodrigo Iván Cortés, recordó y destacó varios puntos del documento escrito en 2007 por Benedicto XVI, la exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis.
En este documento, el Papa Benedicto XVI habló particularmente sobre los «valores no negociables», es decir, «el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas».
Entre sus declaraciones, el Papa hizo énfasis en que dichos valores deben ser firmemente sostenidos por cada bautizado, especialmente por aquellos que manejan una «posición social o política» importante.
Además, afirma, el «culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe».
En su comunicado, Rodrigo Cortés mencionó que «este compromiso fuerte para nuestra vida en el ámbito público debe redoblarse ante esta imposición global que tiene una fuerza tremenda».
«Vemos un día sí y el otro también cómo se nos quiere presentar a los católicos que el modelo para ser católico hoy en día es el ‘católico’ que promueve el aborto como derecho, promueve el ataque a la institución matrimonial como derecho, y que cancela las libertades. Ejemplos hay muchos», dijo.
Así también, Cortés habló sobre «el caso del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que tiene el descaro de atacar de una manera descomunal e infame la vida, la familia y las libertades fundamentales. Y a eso llamarle ser un buen católico».
Asimismo, continuando en la línea de lecciones importantes que Benedicto XVI dejó como parte de su legado, recordó que, el 18 de abril de 2005, durante la Misa «Pro Eligendo Pontifice», el cónclave que lo escogió oficialmente como Papa, recordaba que «la pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc».
En aquel momento, cuando el Papa Benedicto XVI era todavía conocido como Cardenal Joseph Ratzinger, dijo: «Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice san Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a inducir a error. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos. (…) Nosotros, en cambio, tenemos otra medida: el Hijo de Dios, el hombre verdadero».
Cortés destaca que podemos aprender mucho de las enseñanzas de Benedicto XVI «para precisamente mantenernos firmes en la fe y no dejarnos confundir ante este poder universal, que también podríamos llamar global».