(Emol/InfoCatólica) Monseñor Goic recordó además el "mandato de Jesucristo de amar a todo ser humano, en cualquier circunstancia que esté" y que "la Iglesia debe trabajar seriamente para que nadie discrimine a nadie y que todos sean respetados en su dignidad de seres humanos, más allá de sus condición económica, física, sexual, etc.".
No obstante, el presidente de la conferencia episcopal chilena marcó una clara diferencia entre este tipo de uniones y los conceptos de "matrimonio" y "familia". En este sentido, afirmó que no le parece "justo y adecuado que se equipare a la condición natural de la familia -que es la unión de un hombre y una mujer- uniones de otro tipo, porque ahí se desfigura el valor esencial de una sociedad".
"Pero frente a situaciones concretas es necesario buscar una legislación que salvaguarde el patrimonio de esas uniones", insistió.
Movilh valora "apertura"
Antes estas declaraciones, el Movilh dijo valorar la "apertura" que, en su opinión, expresó monseñor Goic y manifestó que "si bien nunca llegaremos a un acuerdo con la Iglesia Católica respecto a las concepciones de familia y matrimonio (...) valoramos profundamente que dicha institución reconozca la existencia de parejas homosexuales o heterosexuales que conviven y señale la importancia de regular su régimen patrimonial".
En una declaración pública, el movimiento añade que "el hecho de que Goic califique de 'legítimo' que la 'legislación busque resolver los temas patrimoniales en las uniones de hecho' y añada que 'habrá que ver la forma de hacerlo', constituye un indiscutible avance para la igualdad de derechos, del cual debe tomar nota la sociedad como conjunto".
Finalmente, el Movilh señaló que "desde nuestra mirada, la Iglesia Católica en un Estado laico no debe bajo ningún punto de vista influenciar o imponer sus criterios sobre las leyes o en las políticas públicas (...) En cambio la Iglesia, en su legítima libertad de expresión, al abrirse a las uniones civiles, merece nuestra valoración".