(Crux/InfoCatólica) La monja nigeriana ha descrito el empeoramiento de los ataques contra los cristianos en la nación más poblada de África, afirmando que forman parte de un esfuerzo por islamizar el país bajo la hegemonía de la etnia fulani, mayoritariamente musulmana.
Ezedinachi también reprochó al Vaticano que parezca mirar hacia otro lado mientras los secuestros y asesinatos no cesan.
«Una vez más, muchos clérigos actúan como si no pasara nada, excepto unos pocos de ellos. Muchos de nosotros también nos preguntamos por qué el Vaticano y Canterbury guardan tanto silencio sobre lo que está ocurriendo en Nigeria: los secuestros y asesinatos de religiosos».
El informe, publicado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, señala que más de 100 sacerdotes y religiosas fueron secuestrados, detenidos o asesinados en 2022.
«Al menos 12 sacerdotes y cinco religiosas fueron asesinados durante 2022 mientras cumplían su misión», concluye el informe.
Según el informe, «Nigeria fue el país con mayor número de víctimas, con cuatro sacerdotes asesinados», aunque México registró tres sacerdotes muertos y dos fueron asesinados en la parte oriental de la República Democrática del Congo.
Ezedinachi, tras constatar que el cristianismo está siendo claramente atacado, dijo a Crux:
«Lo que me sorprende al leer este tipo de informes es que el cristianismo está muy amenazado, y los líderes cristianos no parecen preocuparse mucho por ello. Si se preocupan, hacen poco o nada al respecto, salvo muy pocos de ellos, uno de cada 500»
«En el caso de Nigeria, la intención de los secuestradores y asesinos de sacerdotes y pastores cristianos es bien conocida: la islamización y la fulanización», afirmó.
Ezedinachi arremetió contra el gobierno del presidente nigeriano Muhammadu Buhari por lo que describió como su complicidad con los pastores fulani que atacan a los cristianos.
«La cuestión es que mucha gente no confía en el gobierno actual», afirmó. «Muchos sospechan que el crecimiento del terrorismo islámico en Nigeria se debe a que su presidente es musulmán y casi todos los órganos importantes del gobierno nigeriano están dirigidos por musulmanes fulani».