(ACIPrensa/InfoCatólica) El pasado jueves en horas de la tarde, otro sacerdote nigeriano fue víctima de secuestro, siendo el tercero de la localidad en menos de una semana.
El sacerdote católico secuestrado fue el padre Mark Ojotu, quien servía como capellán del hospital Santa María de Okpoga. En el momento de los hechos, se encontraba en la carretera Okpoga-Ojapo, ubicada en el estado de Benue.
Según informa la agencia Fides, el obispo de Otukpo, monseñor Michael Ekwoy Apochi, pidió a los fieles que se unan en oración «por la pronta liberación del sacerdote y de todos los que están en manos de los secuestradores».
Dos días antes de la captura del padre Ojotu, el 20 de diciembre, también fue secuestrado el padre Sylvester Okechukwu, quien trabajaba en el estado de Kaduna, en la parroquia San Antonio de Kafanchan.
Cuando el padre Okechukwu fue capturado, se encontraba en la rectoría de su parroquia, en horas cercanas a la medianoche. Su comunidad parroquial, así como la diócesis de la que forma parte, ha asegurado que harán uso de «todos los medios legales para garantizar su liberación de forma rápida y segura».
Asimismo, el primer sacerdote de la semana en sufrir un secuestro fue el padre Christopher Ogide, miembro de la diócesis de Umuahia, en el estado de Abia. Este caso se dio el 17 de diciembre, cuando el padre se encontraba de camino a una gasolinera cercana a la parroquia de Santa María Asunta.
Lamentablemente, los secuestros a cambio de rescate y los ataques indiscriminados en el territorio nigeriano se han vuelto sumamente constantes. Estas olas de violencia suelen ser orquestadas por pandillas, entre ellas, el grupo terrorista Boko Haram, el cual busca convertir a Nigeria en un país completamente islámico.
