(Agencias/InfoCatólica) El Parlamento Europeo ha sido especialmente beligerante contra los húngaros que votación tras votación elegían como Primer Ministro a Viktor Orbán y su desacomplejada postura provida y profamilia.
Hace solo tres meses la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, se jactaba de ello para presionar a los electores italianos. Pero en pleno desarrollo del Mundial de Fútbol en Catar se destapa el «Qatargate» y aflora el lodazal de corrupción que empozoña la institución.
En respuesta al 'Qatargate', el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha pedido la abolición del Parlamento Europeo, según informa Politico:
Orbán dijo que el reciente escándalo en el Parlamento demostró que las salvaguardias anticorrupción han «fracasado estrepitosamente». … Orbán propuso crear un nuevo parlamento, integrado por delegados nacionales.
Y también Euronews:
Orbán criticó al Parlamento Europeo por las recientes revelaciones de un escándalo de corrupción de dinero por favores que presuntamente involucró a Qatar y tomó prestada una frase del expresidente estadounidense Donald Trump, diciendo que era hora de «drenar el pantano» en Bruselas.
En lugar del Parlamento actual, el primer ministro húngaro sugiere un modelo basado en delegados que devolvería el poder sobre la UE a sus estados miembros.
El llamado escándalo Qatargate se centra en una investigación de presunta corrupción que involucra a unos 60 miembros del Parlamento Europeo. La historia estalló cuando cinco miembros del parlamento, todos de izquierda, fueron arrestados el 9 de diciembre.
Según CNBC , una de las principales acusadas, la vicepresidenta del parlamento Eva Kaili, fue destituida de su cargo de liderazgo «después de que las autoridades belgas la arrestaran» el 12 de diciembre. El arresto fue parte de una investigación de cuatro meses sobre «corrupción, lavado de dinero y organización criminal».
The Washington Examiner informa que Kaili es uno de los tres sospechosos acusados de aceptar «grandes sobornos». Según los informes, como parte de su investigación, las autoridades belgas han incautado un total de 750.000 euros en efectivo. La investigación por corrupción también afectó a la Confederación Sindical Internacional , CSI, cuyo secretario general, Luca Visentini, renunció recientemente en medio de acusaciones de que había tomado dinero de una persona central en la investigación de Qatargate.