(ACN/InfoCatólica) En la actualidad, la persecución religiosa sigue siendo un problema del cual salen noticias trágicas día tras día. Es por esto que numerosos países del mundo se han unido para participar en la «Semana Roja» (Red Week), con el fin de concientizar al mundo sobre dichos sucesos trágicos.
Los eventos fueron organizados por la fundación pontificia sin fines de lucro Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), quienes, en las respectivas oficinas nacionales de cada país, prepararon diferentes actividades, vigilias, conferencias y misas.
Asimismo, se coordinó iluminar de rojo diversas iglesias y monumentos. Entre los países con más participación en la iniciativa, están Alemania, Austria y los Países Bajos, con 170, 145 y 141 iglesias iluminadas, respectivamente.
Incluso las parroquias no fueron las únicas en iluminarse; distintos edificios públicos de gran envergadura se unieron a la causa e iluminaron sus fachadas con tonalidades rojas. Entre ellos estuvieron la ópera nacional de Kosice, el castillo de Bratislava, el Puente Nacional de Bratislava, y la embajada británica en Eslovaquia; la basílica de Montmarte, en París; las oficinas de Asuntos Extranjeros, de la Commonwealth y de Desarrollo, en Gran Bretaña; la estatua de Cristo Rey en Lisboa; la catedral de Cuernavaca y el Santuario de Teplzingo, en México, y muchos más.
De igual forma, el papa Francisco expresó su cercanía con los cristianos que son perseguidos, y agradeció a varios peregrinos polacos que se encontraban en Roma por las iniciativas y el apoyo que se estaba recibiendo desde Polonia.
Además de esto, la ACN organizó mediante varias de sus oficinas nacionales algunos eventos presenciales con el mismo fin. Uno de estos fue Francia, donde se llevaron a cabo un aproximado de 50 vigilias en todo el país, así como debates y encuentros con políticos y activistas importantes. También se unió a la movida Australia, donde se realizó la primera Noche de Testimonio en Canberra, donde muchos afectados pudieron contar su historia.
Uno de ellos fue un estudiante, quien contó cómo «uno de los eventos más impactantes a los que he asistido. En el ambiente había un sentimiento de respetoque nunca había experimentado, los testigos invitados hablaron con convicción y sinceridad al describir la fe inquebrantable de los mártires. La noche en su conjunto fue hermosa».