(Agencias/InfoCatólica) El Vaticano admitió después de varias horas de la caída de sus páginas web que se estaban «realizando investigaciones técnicas debido a intentos anómalos de acceder al sitio», aunque con anterioridad habían afirmado que se trataba de «una actividad ordinaria de mantenimiento».
El embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yurash, aseguró en Twitter que se había tratado de un ataque de hacker rusos después de las últimas declaraciones del papa Francisco sobre la guerra en Ucrania.
«Los terroristas han atacado hoy las web del Estado Vaticano: ¡muchas páginas web de diferentes estructuras de la Curia romana se han vuelto inaccesibles! Los piratas informáticos demuestran una vez más la cara real de la política ante la respuesta a las últimas declaraciones importantes del Papa», aseguró, sin ofrecer prueba alguna más allá de sus propias palabras.
Las declaraciones del Papa y la protesta de Rusia
Lo cierto es que Rusia expresó su «indignación» por las declaraciones del papa Francisco en las que calificó de «crueles» a los chechenos y a los buriatos, minorías étnicas que participan en la intervención militar de Putin en Ucrania, informaron este martes varias agencias.
«Cuando hablo de Ucrania, hablo de la crueldad porque tengo mucha información de la crueldad de las tropas», aseguró el papa en una entrevista que dio en español para «America», una publicación jesuita estadounidense. «Generalmente los más crueles son quizás los pueblos que son de Rusia, pero no son de la tradición rusa, como los chechenos, los buriatos, etc», añadió.
Chechenia es un territorio del Cáucaso que forma parte de la Federación de Rusia y cuya población mayoritaria es musulmana, mientras que Buriatia es una región budista de Siberia.
Según la agencia estatal rusa RIA Novosti el embajador de Moscú en el Vaticano presentó una queja oficial tras las declaraciones.
«Expresé mi indignación ante tales insinuaciones y señalé que nada puede hacer tambalear la cohesión y la unidad del pueblo multinacional ruso», declaró a la agencia el embajador ruso ante el Vaticano, Alexander Avdeev.
