(InfoCatólica) A principios de 2020, Heidi Crowter, una joven con entonces 24 años de Coventry que tiene síndrome de Down, unió fuerzas con Cheryl Bilsborrow de Preston, madre de Héctor, de dos años, también con síndrome de Down, y lanzó un caso histórico contra el gobierno del Reino Unido contra la actual ley de aborto que permite el aborto hasta el nacimiento del síndrome de Down.
Heidi lanzó entonces un potente mensaje a los periodistas:
«En este momento en el Reino Unido, los bebés pueden ser abortados hasta el nacimiento si se los considera gravemente discapacitados. Me incluyen en esa definición de ser gravemente discapacitada solo porque tengo un cromosoma extra. Lo que me dicen es que mi vida no es tan valiosa como otras y no creo que sea correcto. Creo que es francamente discriminación».
El 6 de julio de 2021, rodeados de una multitud, la joven junto a Máire Lea-Wilson conseguían presentar formalmente el caso ante el tribunal. Máire Lea-Wilson fue presionada para que abortara cuando una exploración de 34 semanas reveló que su hijo tenía síndrome de Down.
En septiembre de ese año, el Tribunal Superior de Londres negó que sea discriminatorio abortar a niños por tener Síndrome de Down. Pero Heidi no bajó los brazos y consiguió que se aceptara su apelación contra la ley del aborto eugenésico en Gran Bretaña.
Se desetima la apelación
El Tribunal británico de Apelación confirmó este viernes la legislación que permite el aborto de personas con síndrome de Down hasta el momento del nacimiento. Tres jueces superiores desestimaron el recurso presentado.
Heide Crowter dijo a The Guardian que estaba «absolutamente angustiada» por la sentencia y afirmó que la ley vigente le hacía sentir que las personas como ella debían estar «extinguidas».
En un resumen de la decisión, emitida por Lord Justice Underhill, Lady Justice Thirlwall y Lord Justice Peter Jackson, los jueces dijeron que la ley no interfería con los derechos de los «discapacitados vivos».
También dijeron: «El tribunal reconoce que muchas personas con síndrome de Down y otras discapacidades se sentirán molestas y ofendidas por el hecho de que un diagnóstico de discapacidad grave durante el embarazo sea tratado por la ley como una justificación para la interrupción del embarazo, y que pueden considerar que implica que sus propias vidas tienen menos valor», matizaban los magistrados.
No descarta seguir cambiando corazones
La actual legislación de Inglaterra, Gales y Escocia permite abortar siempre y cuando se haga dentro de las primeras 24 semanas del periodo de gestación. Además, de que la ley también permite el aborto hasta el momento del nacimiento cuando existe un «riesgo sustancial», «cuando el bebé que naciera sufriera de alguna anomalía física o mental o tuviera alguna minusvalía grave». Aquí es donde entraría el síndrome de Down.
Heidi Crowter, no descarta llevar su caso hasta el Tribunal Supremo ya que ha asegurado que seguirá luchando por esta causa al considerar que ya ha logrado «informar y cambiar los corazones y mentes y cambiado las opiniones de la gente sobre la ley», explicaba a los periodistas de Sky News.
Sinceramente, no conocen la determinación de una persona como Heidi, que ha vuelto a perder en los tribunales pero va ganando en los corazones de todos los que se acercan.