(LD/InfoCatólica) La muchacha ha sido declarada culpable de «acosar e intimidar» a un estudiante por su «identidad de género».
Todo comenzó cuando la escuela permitió que el joven, que se identifica como mujer, compitiese en el equipo de voleibol femenino. «Cuando el estudiante entró en nuestro vestuario, nos estábamos cambiando. Algunas de nosotras no llevábamos camisa, otras estábamos en ropa interior... Naturalmente, algunas nos sentimos incómodas y le pedimos al estudiante que se fuera, pero no nos hizo caso», ha explicado la propia joven en declaraciones a Fox News.
La joven, comentó el incidente con otros compañeros en la clase de francés, a la que no acude el estudiante trans. Además, le contó a su madre lo que había sucedido. Ella y otros padres del centro llamaron a los administradores de la escuela para expresar su preocupación por el hecho de que un estudiante masculino estuviera en el vestuario de las niñas. Sin embargo, «los funcionarios de la escuela no solo no intentaron brindarnos ningún apoyo o una solución viable, sino que me convirtieron en la mala por decir que a un adolescente no se le debe permitir ver a las chicas desvestirse», explica la estudiante.
«¿No se debería enseñar a todas las niñas a hablar para protegerse de situaciones en las que no han dado su consentimiento y para que las escuchen aquellos que están en condiciones de ayudar? Si ves que algo te hace sentir mal, ¿no debes confiar en tu instinto? No es así en mi escuela de secundaria. Eres el malo si no cumples con la política de identidad de género del colegio. Y por expresar hechos biológicos verdaderos y de sentido común (los niños y las niñas son diferentes y se debe respetar la privacidad corporal de los demás), fui castigada».
Círculo de justicia restaurativa y ensayo
A raíz de los comentarios que la joven hizo durante la clase de francés, la escuela inició una investigación y prohibió a todo el equipo de voleibol femenino usar el vestuario de las niñas. «Los codirectores me notificaron que había sido declarada culpable de acosar e intimidar a un estudiante por su identidad de género. Como castigo, los funcionarios de la escuela me dijeron que debía participar en un círculo de justicia restaurativa con el coordinador de equidad, presentar un ensayo reflexivo y cumplir una suspensión fuera de la escuela».
Pero ella no fue la única que ha sufrido represalias por expresar sus propias reservas a la hora de exponer su cuerpo lejos de la seguridad y la comodidad del hogar. El padre de la menor, entrenador del equipo de fútbol en el centro, fue cesado por defender a su hija a través de una publicación en Facebook. El hombre denunció la «injusticia» del centro y denunció que a un adolescente trans se le permitiera compartir el vestuario femenino con las niñas.
La familia decidió demandar al centro con la asistencia legal de Alliance Defending Freedom, un grupo de defensa legal cristiano conservador estadounidense. Según cuenta la propia joven, el mismo día que presentaron la demanda, el director del centro decidió rescindir las acciones disciplinarias en su contra. «El trabajo de los funcionarios escolares es garantizar que todos los estudiantes se sientan seguros en el colegio. Y es su trabajo, escuchar y respetar nuestros puntos de vista, no silenciarnos por hablar para defendernos».