(CNAd/InfoCatólica) Mons. Schick ordenó a un diácono permanente en la catedral de Bamberg. «La Iglesia del futuro estará formada por personas que se den cuenta de lo que significa la Iglesia en su sentido original: ecclesia - llamada», dijo en su homilía.
El oastir de la archidiócesis de Bamberg advirtió del peligro de los juicios generales en vista de los abusos cometidos en la iglesia. Ha habido «fechorías incalificables» en la Iglesia. Sin embargo, «siempre ha habido buenas obras en los servicios eclesiásticos y la atención pastoral, en la caridad y la diaconía».
Mons. Schick llegó a la conclusión de que el mal también surge y se fomenta cuando se le da la razón a la institución, se la glorifica y se la protege.