(ACN/InfoCatólica) «Hasta ahora no ha sido fácil. Si nos miran bien, verán nuestros rostros tristes y probados», dice uno de los sacerdotes secuestrados, el padre Cornelius Jingwa, en un vídeo, difundido recientemente en redes sociales, por los secuestradores.
En el vídeo se informa de que la situación en la que se encuentran «es bastante difícil y estamos suplicando a nuestro Señor que haga todo lo posible para sacarnos de aquí». Según lo que recoge esta prueba gráfica, la salud de los rehenes está empeorando, «Es cuestión de vida o muerte»- sigue cometando el sacerdote- «He caído gravemente enfermo, mis hermanos tampoco están nada bien».
🎥VIDEO | In this video uploaded on October 19, Fr. Jingwa — as well as four other Catholic Priests, a Catholic Nun and three others Kidnapped in Cameroon’s Mamfe Diocese — are seen pleading with Bishop Aloysius Fondong Abangalo to help secure their release. pic.twitter.com/2t0TvxeO0Z
— ACI Africa (@aciafricanews) October 19, 2022
Las personas secuestradas son el padre Elias Okorie, el padre Barnabas Ashu, el padre Cornelius Jingwa, el padre Job Francis Nwobegu, el padre Emmanuel Asaba, la religiosa Jacinta C. Udeagha, el laico catequista Nkem Patrick Osang, y las feligresas Blanche Bright y la señora Kelechukwu.
Mons. Andrew Nkea Fuanya, arzobispo de Bamenda y presidente de la Conferencia Episcopal del Camerún, ha declarado que los secuestradores han exigido un rescate. Monseñor Nkea ha añadido que hay grupos que ven a la Iglesia como un «objetivo fácil para ganar dinero». Hace unos días aseguró que no pensaban pagar ni un céntimo por el rescate, lo cual hace temer que el secuestro acabe en tragedia.
Desde 2016, las regiones del noroeste y suroeste de Camerún han sido presa de un sangriento conflicto entre los separatistas anglófonos y el ejército camerunés, predominantemente francófono. La violencia se ha cobrado más de 6.000 vidas y ha dejado alrededor de un millón de personas desplazadas.