(GaudiumPress/InfoCatólica) La incompatibilidad existente entre el socialismo y la Iglesia Católica no es una novedad pues, a lo largo de los años, las dictaduras socialistas han demostrado mediante todos los métodos de violencia posibles su oposición y odio hacia la comunidad de seguidores de Cristo.
Lamentablemente, esta es una situación que no mejora, al contrario, y esto lo podemos apreciar con dos noticias recientes en dos de los países bajo peores dictaduras comunistas en Latinoamérica: Cuba y Nicaragua.
Los sucesos en Cuba nacieron de la persecución política y religiosa que se vive en el país, pues la activista Sonia Álvarez Campillo, integrante de las Damas de Blanco, fue detenida injustamente por varias horas y liberada con una multa de 150 pesos.
El movimiento Damas de Blanco está conformado por mujeres de toda Cuba que se reúnen para luchar por los derechos de los presos políticos y la verdadera democracia en el país.
Álvarez Campillo no solo participa en esta asociación, sino que es una de las víctimas por las que luchan pues su esposo y su hija, Félix Navarro y Saily Navarro, son parte de los miles de presos políticos de la isla, con condenas de 9 y 8 años de prisión, respectivamente.
Y para seguir con noticias de persecución a la Iglesia en Cuba, Aciprensa reporta la detención de Sonia Álvarez Campillo, hecha presa cuando iba a Misa a rezar por presos políticos, entre quienes se encuentran su esposo Félix Navarro y su hija Saily Navarro.
Cuando Damas de Blanco se fundó, su principal motivación fueron los 75 opositores encarcelados injustamente en el año 2003, entre los cuales ya se encontraba Félix Navarro.
Por otra parte, en la dictadura Orteguista de Nicaragua, tenemos la notificación enviada al provincial jesuita padre José Domingo Cuesta, con el mensaje de que tenía prohibido visitar el país, lo cual estaba planeando con algunos días de antelación.
Anteriormente, el padre Domingo Cuesta trabajó como rector del Colegio Centro América en Nicaragua, sin embargo, ahora está dentro del listado de religiosos que no se les permite entrar al país.
Asimismo, entre otro de estos actos de persecución, está la expulsión reciente del padre también jesuita David Pantaléon, de nacionalidad dominicana.