(ZENIT/InfoCatólica) Recientemente, mediante la página web de HowToUseAbortionPill.org se compartió un curso en el que se orienta a mujeres de todo el mundo sobre cómo utilizar píldoras abortivas incluso en aquellos países donde es ilegal, dejando a un lado las leyes nacionales e incentivándolas a eliminar «cualquier cosa reconocible».
El curso fue creado por la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) con la colaboración del mismo sitio web, partiendo de las indicaciones que la Organización Mundial de la Salud facilita y junto al respaldo de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, quienes también están a favor del aborto.
La página web HowToUseAbortionPill.org es el principal medio de difusión de una organización sin ánimo de lucro que mantiene en secreto su propiedad. Su sede se encuentra en Estados Unidos.
Dicha plataforma no actúa de forma responsable, puesto que el contenido que ofrece incentiva actividades farmacológicas peligrosas y, en muchos casos, ilegales. Para esto, busca respaldarse en la credibilidad de la OMS y sus indicaciones sobre el aborto.
Sin embargo, no es la primera organización en demostrar irrespeto por las leyes nacionales de países en los que no está legalizado el aborto, pues la misma OMS ha señalado públicamente su desprecio por dichas normas, enseñando a utilizar estas píldoras para conseguir abortos autogestionados.
Asimismo, la IPPF no solo se ha encargado de la creación de este curso, sino que tiene un gran recorrido proveyendo servicios de aborto y métodos anticonceptivos en todo el mundo, pues están orgullosos de «abogar con éxito por el registro en los países de los medicamentos para el aborto y por su inclusión en las listas nacionales de medicamentos esenciales».
Distintas organizaciones de todo el mundo han presionado constantemente a la OMS para que incluya los medicamentos abortivos dentro de su lista mundial de medicamentos esenciales. Entre dichos fármacos, se encuentra la mifepristona o RU 486, la cual fue incluida dentro de la lista en 2019 después de haberle eliminado la advertencia conjunta, la cual destacaba la importancia de utilizarse solo bajo supervisión médica. Esto garantiza el uso de píldoras abortivas incluso en los lugares en los que el aborto está restringido.
Dentro de las indicaciones que da el curso publicado, está el consejo de que, si una mujer intenta practicar un aborto por este medio y presenta complicaciones, no debe decirle al doctor que utilizó los medicamentos, pues los síntomas de un aborto espontáneo son los mismos.
Esto, a su vez, dificulta la tarea para los científicos de estudiar los verdaderos riesgos y complicaciones de este tipo de métodos abortivos.