(Interfax/InfoCatólica) «En ningún lugar del mundo ocurre hoy nada parecido a lo que ocurre en Rusia. Las iglesias se están cerrando en todas partes, se están reutilizando, en el mejor de los casos en mezquitas, porque las comunidades musulmanas en Europa están creciendo, y los musulmanes son gente piadosa, necesitan rezar. Muy a menudo, las iglesias cristianas se venden o se alquilan a los musulmanes, y esto no es lo peor; es peor cuando se instalan allí casinos, restaurantes u otros centros de entretenimiento. Pero esto es un hecho, ¡y atestigua la más profunda decadencia espiritual! Y si esto sucede, significa que esa civilización no es viable», dijo el patriarca el domingo tras la consagración de la nueva catedral de Arkhangelsk (Arcángel), ciudad del norte de la Rusia europea, capital del óblast homónimo, situada a orillas del río Dviná Septentrional, muy cerca de su desembocadura en la bahía del Dviná, en el mar Blanco.
Según el primado ortodoxo ruso, sólo es viable la civilización que es fuerte en espíritu.
El oastir de la Iglesia rusa señaló que las iglesias se construyen sólo cuando hay necesidad de ellas, y añadió que «mientras exista esta necesidad para nuestro pueblo, Rusia es invencible, porque es imposible correlacionar la fuerza de espíritu de un pueblo que cree en Dios y ama a su Patria con la fuerza condicional de quienes se han relajado en la comodidad y han olvidado lo que es el amor a la Patria, y que se mueven sólo por una aspiración de conseguir más dinero y gastarlo mejor»