(Rtp.pet/InfoCatólica) Marcelo Rebelo de Sousa fue preguntado por los periodistas acerca de sus últimas declaraciones sobre la cantidad de testimonios de presuntos abusos sexuales a niños en la Iglesia Católica que han llegado a la comisión independiente. El Presidente de la República garantiza que nunca tuvo intención de ofender a las víctimas e incluso pide disculpas si alguien se sintió ofendido. Por el contrario, dice que habló para defenderlos y por miedo a que algunos no denuncien las situaciones de las que son objeto.
Marcelo Rebelo de Sousa hizo una breve declaración a los periodistas, con una «primera palabra» dirigida a «las víctimas de abusos sexuales, a todas, pero particularmente ahora a las que provienen de dirigentes de la Iglesia católica, sacerdotes y otros líderes».
«Y esa palabra es muy sencilla: es para decirles que mi intención no era ofender cuando dije lo que dije, pero si tal vez usted entiende, una de las víctimas que se siente ofendida, le pido disculpas por eso, porque no era mi objetivo», dijo el jefe de Estado.
«Mi objetivo era exactamente el contrario: el temor de que muchas víctimas, por miedo, por limitación, no habían hablado y el número, que debería haber sido aún mayor, se había quedado donde estaba», añadió.
Marcelo también dejó unas palabras para los portugueses que le dejaron cientos de mensajes de apoyo y para los medios de comunicación y los dirigentes políticos, diciendo que era esencial que hubiera democracia y no censura.
«Sin cambiar una coma en los valores»
Aseguró que durante el resto de su mandato estará «sin cambiar una coma en los valores, en los principios y en la determinación. Siempre, siempre al servicio de los portugueses y de Portugal».
Las palabras de Marcelo llegan después de las declaraciones que él mismo hizo el martes. Preguntado por la recogida de 424 testimonios de abusos sexuales contra niños en la Iglesia católica en Portugal, el Presidente de la República dijo no estar sorprendido, y subrayó que «no hay límite de tiempo para estas denuncias» que se han ido recogiendo, algunas relativas a «hace 60 o 70 u 80 años».
«Significa que estamos ante un universo de personas que han tenido relación con la Iglesia católica de millones o muchos cientos de miles», continuó Marcelo Rebelo de Sousa, y concluyó: «Tener 400 casos no me parece especialmente alto, porque en otros países y con horizontes más pequeños ha habido miles de casos».
Ante las críticas que suscitaron las declaraciones, el jefe de Estado emitió una nota en la que explicaba que «esta cifra no parece especialmente elevada dada la probable y triste realidad, tanto en Portugal como en el resto del mundo», admitiendo que «también habrá habido cifras mucho más elevadas en Portugal».
Posteriormente, el Presidente de la República habló en nombre de RTP y SIC, reforzando el mismo mensaje, reiterando que 424 denuncias le parecen un número «corto» si se compara con lo que considera la realidad, afirmando que aceptaba democráticamente las críticas recibidas, pero que no las entendía.
Los 424 testimonios fueron recogidos por la llamada Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales contra Niños en la Iglesia Católica Portuguesa, una estructura constituida por decisión de la Conferencia Episcopal Portuguesa, y coordinada por el psiquiatra infantil Pedro Strecht.