(EP/InfoCatólica) No obstante, añadió que «se esperaba un poquito de sentido común». Por otra parte, la presidenta de AEBI señaló que entre el 70 y el 80% de las mujeres que se suicidan en el mundo han abortado.
a doctora López Moratalla señaló, con motivo de la presentación del VII Congreso de la AEBI, 'Bioética y con-ciencia', que en esta reforma de la ley existen "incongruencias", como reconocer que la vida humana comienza con la fecundación y, sin embargo, "les parece bien decir que no se sabe qué hay hasta la semana 14". En este sentido, destacó que el único punto de inflexión temporal que hay en el embarazo es que en la semana 22 la medicina fetal no permite que sea inviable un feto, porque a partir de ese momento no es aborto sino infanticidio, ya que ese hijo no es dependiente de la gestación y puede vivir fuera de la madre.
Por ello, esta experta denunció que "los demás plazos son arbitrarios", y se trata de un ajuste sobre "cuándo es más fácil hacerlo, cuándo sale más barato y cuándo la madre corre menos peligro físico". Así, indicó que son unos "plazos hipócritas" con los que crear una "cortina de humo fundamental" para sacar a delante un derecho de matar.
Consecuencias psicológicas tras el aborto
En cuanto a las consecuencias psicológicas para la madre, la presidenta de AEBI señaló que entre el 70 y el 80% de las mujeres que se suicidan en el mundo han abortado, aunque matizó que en este punto entran en juego otros factores como la edad y otras circunstancias sociales.
"Siempre hay algún tipo de trastorno distinto al que sufren las mujeres que han pasado por un aborto espontáneo, porque pensarlo y llevarlo a cabo conlleva un trauma distinto a la mujer que no medita acerca de ello antes", destacó la doctora López Moratalla.
Respecto al contenido del congreso, que se celebrará entre los días 9 y 10 de octubre en el Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, la presidenta de la asociación indicó que el encuentro se centrará en lo que aporta la ciencia hoy en el inicio de la vida de cada ser humano, el cambio del cuerpo --especialmente el cerebro de la madre-- cuando hay una interrupción del embarazo, así como el estado actual de la Medicina Prenatal.
En cuanto a los cribados poblacionales y el diagnóstico, la experta en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Plaza del Ejército SACYR, señaló que el primero sirve como herramienta para discernir quién podría estar enfermo y quién no, pero matizó que, en este caso, se utilizan resultados estadísticos y porcentajes de posibilidades, que no aseguran lo que vaya a ocurrir.
Asimismo, denunció que en España, al igual que ocurre en Grecia, no existe la especialidad de Genética Humana, y para hacer las pruebas prenatales con rigor y calidad se necesitan genetistas. En este sentido, subrayó que de las 42.000 amniocentesis, según datos de la Sociedad Española de Genética Humana, sólo 1.250 fueron positivas, lo que significa que el riesgo de pérdida fetal oscila entre el uno y el cinco por ciento, dependiendo de la experiencia del profesional. "El test prenatal es una herramienta para poder prever tratamientos, si los hay, o para adaptarse a la situación de un hijo con discapacidad, si lo hay", destacó.
Por otro lado, denunció que existe mucha presión social y en los médicos, porque muchas parejas exigen sabe "cómo viene el niño", para poder eliminarlo antes del límite de plazo. Así, señaló que "esto ha llevado a buscar rigor", pero apuntó que "no hay Medicina basada en la evidencia, y no se sabe cuántos abortos ha habido en niños normales".