(Asia News/InfoCatólica) Es una sentencia «injusta», dijo el abogado defensor Choung Chou Ngy, que había presentado una apelación en agosto. El mes pasado la Corte de Apelaciones rechazó la solicitud de libertad mientras se examinaba la apelación, porque los jueces consideraron que la liberación de la activista habría afectado el orden público.
Seng -que también tiene un pasaporte estadounidense- trabajó en la modificación de la versión de la Biblia en idioma jemer. Ya había sido arrestada anteriormente en 2019 tras el fallido intento de Sam Rainsy de regresar a Camboya desde su autoexilio en París. En ese momento detuvieron a más de 120 activistas.
La primera sentencia de seis años de cárcel contra Seng se emitió en junio de este año: «Este régimen no me dejará libre», había dicho antes de que se diera a conocer. «Será un veredicto injusto porque los demás acusados y yo somos inocentes, pero vivimos en una dictadura». Junto con Seng habían arrestado a más de 50 personas que seguían siendo leales al CNRP. En señal de protesta, la activista cristiana se había vestido como la Estatua de la Libertad y se le prohibió ingresar a la sala del tribunal y escuchar el veredicto.
El CNRP fue acusado de tramar una revolución para derrocar al gobierno y disuelto por la Corte Suprema de Phnom Penh en 2017. Su actual líder, Kem Sokha, fue detenido. En las elecciones que se celebraron al año siguiente, el Cambodian People’s Party del primer ministro Hun Sen ganó todos los escaños, lo que provocó las críticas de los defensores de los derechos humanos.
La represión se intensificó cuando Sam Rainsy, que encabezaba el CNRP junto con Kem Sokha, declaró que quería regresar a Camboya en noviembre de 2019. Desde entonces, cientos de activistas y opositores políticos han sido arrestados. Todavía está pendiente un maxi juicio por traición contra Kem Sokha. Los grupos de derechos humanos afirman que el único objetivo es silenciar las críticas contra el gobierno.