(Abc/InfoCatólica) El juez Calatayud defendió la recuperación de la autoridad de padres y profesores ante los jóvenes y criticó duramente el excesivo uso del teléfono móvil, aparato que definió como «una droga» y «un instrumento para cometer y ser víctima de delitos».
La conferencia del popular magistrado andaluz estuvo centrada en la aplicación de la actual Ley del Menor y, sobre todo, «en la prevención de conductas», bajo el título es 'Familia, educación y sociedad' ya que, según sus propias palabras «deberían de ser los pilares básicos para que nuestros jóvenes sean los adultos responsables del futuro».
Durante la ponencia, Calatayud volvió a rescatar una de sus tesis más polémicas sobre la responsabilidad de sus padres para con sus hijos. «Tenemos la obligación de violar la intimidad de nuestros hijos», argumentó, pues se han obviado los deberes de los menores en sus respectivos hogares. «Les ruego a los padres que pongan en su nevera el artículo 155, como el de Cataluña, pero en este caso del Código Civil, para que los menores recuerden que su principal obligación es obedecer mientras permanezcan bajo su potestad», indicó.
Al comienzo de su intervención, el juez recordó que sus opiniones son «discutibles» y sus sentencias «apelables», al mismo tiempo que no habla en nombre de los jueces de menores, sino de él mismo: «siempre digo lo que pienso». Al hilo, hizo alusión a su percepción de que «cada día es más complicado ser padre, sobre todo en esta época». «Antes era más sencillo porque te decían a las diez aquí y quién iba a discutirlo. Ahora, hemos pasado de las diez en casa porque lo digo yo a las dos de la mañana porque lo dice mi hijo», subrayó.
«Los padres están actualmente encogidos con sus hijos. Estos tienen que echar una mano en casa, se ha intentado que no sufrieran lo mismo que nosotros y se les ha dado todo diciéndoles 'pobrecitos'», aseveró el juez. Asimismo, señaló que además de los padres, los centros escolares y las Administraciones públicas también comparten la responsabilidad sobre los actos que cometan los menores. «Los profesores no deben ser colegas de los alumnos, tiene que tener autoridad y por eso están quemados», relató.
«El móvil es una droga»
Al respecto, alertó sobre el peligro que suponen los teléfonos móviles en la vida de los niños, un instrumento que definió como «una droga» y un aparato «muy peligroso para cometer hechos delictivos». Calatayud instó a los colegios a prohibir su uso dentro de sus instalaciones y lamentó que se haya convertido en el «regalo estrella de las comuniones, Navidad y Reyes Magos».
Ante esta situación, apuntó que para mantener la seguridad de sus hijos, los padres deben controlar y conocer el contenido que almacenan los menores en sus terminales. «Sí, en este aspecto, los padres tienen la obligación de violar la intimidad de sus hijos. A mí cuando era pequeño me registraban los pantalones y la cartera por si fumaba y si había otro teléfono en casa escuchaban lo que hablaba con mis amigos», comentó.
Sobre esto, añadió que «prefiero defenderme por haber violado la intimidad de mi hijo a que me condenen a 100.000 euros por las tonterías que hace con el móvil», en referencia a las diferentes penas impuestas a progenitores por responsabilidad civil ante delitos cometidos por sus hijos.
Por otro lado, avisó del auge de todo tipo de adicciones, como la ludopatía, y los problemas de salud mental, para los que recomendó recuperar centros donde puedan internar a los enfermos «porque en casa no pueden estar». Además, abogó por recuperar 'la mili' para los jóvenes, porque «cuatro o cinco meses vendrían bien para fomentar el compañerismo, el esfuerzo y el trabajo».
Vídeo de la conferencia completa (a partir del minuto 7:50)
Las sentencias «ejemplares» del juez Calatayud
Las sentencias de Emilio Calatayud, juez de Menores de Granada, no dejan indiferente a nadie. Ha 'condenado' a niños a aprender a leer o a bailar; a adultos a ser buenos padres y madres; y a jóvenes menores de edad a dibujar un cómic durante cincuenta horas reflexionando sobre la falta cometida -conducir un ciclomotor sin seguro- o a acompañar durante cien horas a una patrulla de la Policía Local - por conducción temeraria y sin carné de conducir-.
Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) es Licenciado en la Facultad de Derecho ICADE y por la Universidad de Deusto. Colabora con el Instituto de Criminología de la Universidad de Granada, con la Escuela de Práctica Jurídica y con la Policía Local impartiendo seminarios y cursos sobre delincuencia juvenil.
Colaborador y conferenciante en temas de menores en Universidades españolas y centros educativos, Calatayud es también abogado y coautor de los libros «Reflexiones de un Juez de Menores», «Mis Sentencias Ejemplares» y «Buenas, soy Emilio Calatayud y hoy voy a hablarles de....».
Entre otros premios, ha recibido la Medalla de Oro de la Orden Civil a la Solidaridad Social del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2006), la Medalla Especial en Educación de la Junta de Andalucía (2009) y la Medalla de Oro de Andalucía (2015).