(LifeNews/InfoCatólica) En Estados Unidos, los obstetras y ginecólogos prestan cada día atención médica que salva vidas a las mujeres sin tener que abortar nunca a un bebé no nacido, según una asociación médica que representa a 7.000 ginecólogos y obstetras provida.
Esta semana, la Asociación Americana de Ginecólogos y Obstetras Pro-Vida (AAPLOG) inició una nueva campaña para ayudar a los estadounidenses a entender que matar a los bebés no nacidos en los abortos no es una atención médica. Publicó una hoja informativa, «Myth vs. Fact: Correcting Misinformation on Maternal Medical Care [Mito vs. Realidad: Rectificando la información falsa sobre la asistencia médica maternal]», que refuta nueve de las mentiras más comunes sobre el aborto.
Para probar su campaña, la AAPLOG se refiere a un estudio de 2017 del Instituto Guttmacher, que está a favor del aborto, que encontró que muy pocos ginecólogos-obstetras realmente practican abortos.
Según la asociación médica, «el 93 por ciento de los ginecólogos-obstetras en ejercicio no realizan abortos, aunque siempre han podido ofrecer tratamiento para salvar la vida de las mujeres y seguirán pudiendo hacerlo independientemente de las leyes estatales sobre el aborto».
Tal vez la razón sea que estos especialistas, como decenas de miles de otros médicos de Estados Unidos, reconocen que los bebés no nacidos son segundos pacientes en cada embarazo y que sus vidas son valiosas.
Todos los ginecólogos-obstetras «ofrecen atención médica que salva vidas a las mujeres embarazadas» y reciben formación para «discernir cuándo deben intervenir para salvar la vida de una madre», continúa la asociación.
Eso incluye la atención a las madres embarazadas que sufren abortos espontáneos y embarazos ectópicos. Según la asociación médica, la afirmación de que la prohibición del aborto impide que las mujeres reciban estos cuidados es un mito.
Aquí hay más información de The Federalist:
En el caso de un aborto espontáneo, «el bebé ya ha muerto y, por tanto, cualquier tratamiento de un aborto espontáneo no sería un aborto».
El tratamiento del embarazo ectópico consiste en extraer un embrión que se ha implantado fuera del útero y que no puede sobrevivir. «Este tratamiento que salva vidas no está impedido por ninguna ley actual que restrinja o prohíba el aborto».
Las leyes provida no aumentan la mortalidad materna
Otros mitos que aborda la asociación médica son las afirmaciones de que las leyes provida provocan un aumento de las tasas de mortalidad materna y perjudican la atención sanitaria de otras mujeres.
En cuanto a la mortalidad materna, AAPLOG destacó estudios de varios países que sugieren que «el aborto está realmente asociado con tasas de mortalidad materna más altas y que las restricciones pueden conducir a una mejora de la salud materna». Otra investigación encontró que «el aborto está asociado con 49,5 muertes maternas por cada 100.000 mujeres, en comparación con una tasa de sólo 8,1 por 100.000 para todas las causas externas de muerte después del parto», escribió el grupo médico pro-vida.
La asociación de ginecólogos y obstetras también defendió las leyes provida, afirmando que ayudan a las mujeres al garantizar que los centros de aborto proporcionan información precisa y están preparados para ayudar a las pacientes que sufren emergencias médicas.
«Por ejemplo, las ecografías ayudan a verificar la edad gestacional, que es fundamental para evaluar con precisión los riesgos asociados a un aborto. Cuanto más avanzado está el embarazo de una mujer, mayor es el riesgo que corre con un aborto. No hay forma de que la mujer pueda dar un consentimiento informado preciso si no se sabe con certeza la edad gestacional de su embarazo».
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló el caso Roe contra Wade el 24 de junio, más de una docena de estados han empezado a aplicar leyes que protegen a los bebés no nacidos del aborto. SBA Pro-Life America calcula que unos 139.000 bebés no nacidos se están salvando del aborto gracias a ello, y está previsto que pronto entren en vigor más leyes estatales provida.