(CNA/InfoCatólica) El 24 de julio, la Iglesia Católica celebra por segunda año la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores.
Esta celebración especial, que tiene lugar el cuarto domingo de julio de cada año, coincide aproximadamente con la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, que se celebra el 26 de julio.
Condiciones para obtener la indulgencia plenaria.
La indulgencia plenaria, como la define el Catecismo de la Iglesia Católica, es «una remisión ante Dios de la pena temporal debida a los pecados cuya culpa ya ha sido perdonada». A quienes deseen recibirla se les exige que tengan la verdadera intención de apartarse del pecado. Debe ir acompañada de la Confesión, la Comunión y la oración lo antes posible después.
Una nota de la Penitenciaría Apostólica del 30 de mayo comunica la facultad de conceder la indulgencia plenaria en la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores «en las condiciones habituales (Confesión Sacramental, Comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice) “a los abuelos, a los ancianos y a todos los fieles que, movidos por el verdadero espíritu de penitencia y caridad, participarán el 24 de julio de 2022” en la "solemne celebración que el Santo Padre Francisco presidirá en la Basílica Papal del Vaticano, o en las diversas celebraciones que tendrán lugar en todo el mundo”. La indulgencia podrá aplicarse también como sufragio a las almas del purgatorio».
La indulgencia plenaria también puede obtenerse «por los fieles que dediquen an un tiempo adecuado a visitar, de forma presencial o virtual, a través de los medios de comunicación, a sus hermanos ancianos en situación de necesidad o dificultad».
Como los santos Joaquín y Ana, los abuelos y los ancianos a veces se desaniman ante las pruebas de la vejez. Pero la fe trajo a estos santos la alegría de convertirse en padres de la Reina del Cielo, que es más de lo que podían esperar. Este milagro de Dios es un motivo para honrar la fe y la perseverancia de los ancianos el 24 de julio de este año.
A veces, las personas mayores sienten desaliento ante la idea de que se han vuelto físicamente frágiles e incapaces de hacer lo que antes podían hacer. En un mensaje, el Papa Francisco explicó que los ancianos no deben preocuparse ni desesperarse, sino darse cuenta de que tienen una «nueva misión» de cuidar a los demás.
«Una larga vida –así lo enseña la Biblia– es una bendición, y los ancianos no son parias a los que hay que rehuir, sino signos vivos de la bondad de Dios que concede la vida en abundancia». dijo el Papa Francisco.
Es importante recordar a los abuelos y a los ancianos que tienen un propósito. Al pasar tiempo con ellos y honrarles en la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, los católicos podrán mostrarles que siguen siendo importantes y apreciados.
El tema de la celebración de este año es «En la vejez todavía darán fruto» (Salmo 92:15). «El tema pretende subrayar que los abuelos son un regalo tanto para la sociedad como para la Iglesia», dicen los obispos estadounidenses en su página web.
Cómo demostrar que te importa
El sitio web de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) ofrece muchas ideas sobre cómo celebrar esta Jornada.
La primera sugerencia es organizar o asistir a una misa de acción de gracias el fin de semana del 24 de julio. Dado que la misa se centrará en la celebración de los abuelos, los obispos estadounidenses animan a los católicos a invitar a sus seres queridos mayores, ya sea virtualmente o en persona. También sugieren que se compartan los nombres de los ancianos y abuelos fallecidos en el Libro del Recuerdo de su parroquia.
Otras sugerencias de los obispos incluyen la participación en novenas u horas santas dedicadas a esta celebración.