(ACN/InfoCatólica) Continúan los ataques a las comunidades cristianas en Burkina Faso. El pasado 3 de julio se produjo un ataque durante la noche de ese día domingo al noreste del país en el cual murieron por lo menos 31 personas.
14 de los fallecidos se encontraban delante de la iglesia de la comunidad de Bourasso.
Uno de los sobrevivientes declaró: «Los terroristas llegaron en motocicleta al pueblo de Bourasso el domingo 3 de julio hacia las 17 horas, pero se fueron sin hacer nada. Sin embargo, regresaron en la noche y amenazaron en el patio al frente de la iglesia a los pobladores de la zona. Mientras los lugareños les suplicaban que les perdonaran, llegaron otros habitantes y se unieron a esta súplica, pues los terroristas ya habían estado yendo a ese pueblo varias veces y habían amenazado a toda la región durante los dos últimos años. Fue entonces cuando los hombres armados comenzaron a disparar a la población».
Un sacerdote de la parroquia catedral de Nouna dijo: «Mataron catorce personas al frente de la iglesia. Luego se adentraron en el pueblo y mataron unas veinte personas más, entre ellas muchos cristianos y seguidores de la religión tradicional africana. El proceder es siempre el mismo, los terroristas llegan en motocicleta, dos por moto, van encapuchados y armados. En la noche es difícil saber cuántos son, sin duda varias decenas.
Estamos aterrorizados… todas estas personas no tienen nada que ver con la política o con estos grupos terroristas; son atacados cuando no tienen nada con qué defenderse. Es una confusión total. Estoy realmente muy triste… yo conocía a casi todas las víctimas».
Otro sobreviviente dijo: «Vinieron a mi casa e hicieron salir a dos miembros de mi familia. Los degollaron antes de irse. Me quedé con una angustia y un miedo enorme. Tenía pánico de que fueran a volver a por el resto de mi familia».
Esa misma mañana del atentado la parroquia había celebrado una alegre misa en acción de gracias por la ordenación de dos de sus sacerdotes. Esa misma noche el desató el horror frente al templo.
Dijo el sacerdote: «A pesar de todo, no perdemos la esperanza. Tenemos el valor de vivir los días que Dios nos da… Aquí cuando nos levantamos, sabemos que estamos vivos, pero no sabemos si seguiremos vivos por la noche».
El país entero está siendo víctima de constantes ataques terroristas y el pueblo sufre desplazamientos forzosos y muchos mueren a manos de los grupos armados.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada trata de ayudar a la comunidad desplazada apoyando proyectos de ayuda económica, de estudio y de radio para mantener la comunicación y poder así ayudar a esta comunidad necesitada. El año pasado, ACN financió 75 proyectos en Burkina Faso.