(Abc/InfoCatólica) El 28 de junio la cruz que hay en la cima de Ganalto, una cumbre de la sierra alavesa del Badaia muy querida por los aficionados a la montaña, aparecía saboteada. Alguien había serrado la base del monumento de hierro forjado que estaba anclada a una peana de hormigón y había arrojado los restos de la estructura a varias decenas de metros.
La Ertzaintza mantiene abierta una investigación para tratar de identificar a los culpables. Sin embargo, no ha pasado desapercibido el hecho de que este sabotaje se produzca apenas 24 horas después de que el Juzgado de Instrucción número 3 de Tolosa (Guipúzcoa) haya citado a declarar a los representantes legales de Ernai, las juventudes de Sortu, por un ataque idéntico.
En concreto, tendrán que dar explicaciones por el destrozo que sufrió el 18 de diciembre del año pasado una cruz muy similar situada en el monte guipuzcoano de Buruntza. En aquella ocasión, el colectivo Ernai reivindicó poco después su autoría con un vídeo que difundieron en redes sociales. Buruntza y Ganalto son los dos últimos nombres que se han añadido a una lista que suma ya hasta una docena de actos de este tipo. En todos los casos el ‘modus operandi’ ha sido idéntico. Los ataques se dirigen contra monumentos de simbología religiosa que fueron erigidos durante el franquismo. Pocas horas después, cuentas vinculadas a Ernai publican en redes sociales vídeos donde se puede ver cómo varios encapuchados aprovechan la oscuridad de la noche para derribar los monumentos. Justifican estas acciones en la necesidad de terminar con lo que consideran «símbolos franquistas» y los encuadran en su «lucha» para lograr un «País Vasco libre y antifascista».
Lista de sabotajes
En la lista de lugares atacados figuran ya las cumbres de Alpitxu, Goikoane y Kamaña, en Álava, y las de Kukutza y Mugarriluze en Vizcaya. Incluso han saboteado monumentos situados en lugares cercanos al casco urbano, como la Cruz de Cabo Quilates, en la zona portuaria de la localidad vizcaína de Baracaldo.
El guión únicamente se ha roto con el último ataque a la cruz de Ganalto. Ha pasado una semana y nadie ha reivindicado el ataque, a pesar de que se trata de un monumento que ya había estado envuelto en polémica por su origen franquista y que los hechos son idénticos a los que se vienen registrando en los últimos meses.
En estos meses, la Ertzaintza no ha tenido dificultades para vincular a Ernai con los destrozos, ya que son ellos mismos quienes reivindican sus actos en redes sociales. Más complicado resulta, sin embargo, identificar a quienes aparecen en las grabaciones. Es por ello que la citación del juzgado de Tolosa va dirigida al responsable de la organización juvenil en abstracto. El próximo 18 de julio no tendrá más remedio que aportar nuevos detalles sobre la que parece ser la última campaña de sabotajes de las juventudes radicales vascas.