(Vatican.news/InfoCatólica) El Obispo de Roma concedió el sábado una larga entrevista al corresponsal de Reuters, Phil Pullella. El encuentro duró unos 90 minutos y este es un primer resumen con parte del contenido publicado por la agencia.
Como es sabido, según diversos artículos y comentarios en los medios de comunicación, algunos acontecimientos recientes o previstos (desde el consistorio de finales de agosto hasta la visita a L'Aquila donde está enterrado Celestino V, que renunció en 1294) sugerirían la intención del Papa de renunciar al papado. Pero Francisco desmintió esta interpretación: «Todas estas coincidencias hicieron que algunos pensaran que la misma 'liturgia' tendría lugar. Pero nunca se me pasó por la cabeza. No por el momento, no por el momento. De verdad».
El Papa, al mismo tiempo, como ha hecho varias veces en el pasado, explicó que se está estudiando la posibilidad de renunciar, sobre todo después de la elección hecha por Benedicto XVI en 2013, en caso de que la salud le haga imposible continuar en su ministerio. Pero cuando se le preguntó cuándo podría ocurrir, respondió: «No lo sabemos. Dios lo dirá», en palabras similares a las utilizadas el viernes 1 de julio en una entrevista con la agencia de noticias Telam.
Al hablar de sus problemas de rodilla, Francisco se refirió al aplazamiento de su viaje a África y a la necesidad de terapia y descanso. Afirmó que la decisión de aplazamiento le causó «mucho sufrimiento», especialmente porque quería promover la paz tanto en la República Democrática del Congo como en Sudán del Sur. El Papa, señaló el entrevistador, utilizó un bastón para entrar en la sala de recepción de la planta baja de la Casa Santa Marta. Y a continuación dio detalles sobre el estado de su rodilla, diciendo que sufrió «una pequeña fractura» al dar un paso en falso mientras un ligamento estaba inflamado. «Estoy bien, voy mejorando poco a poco», añadió, explicando que la fractura se está curando, ayudada por la terapia con láser y con imanes.
Chismes de la corte
A continuación, Francisco desmintió los rumores de que se le había diagnosticado un cáncer hace un año, cuando fue sometido a una operación de seis horas para extirparle una parte del colon debido a una diverticulitis, una enfermedad común en las personas mayores. «La operación fue un gran éxito», dijo el Papa, añadiendo con una sonrisa en el rostro que «no me dijeron nada» sobre el supuesto cáncer, que descartó como «chismes de la corte». Entonces dijo al corresponsal de Reuters que no quiere operarse de la rodilla porque la anestesia general de la operación del año pasado había tenido efectos secundarios negativos.
Quiere ir a Moscú y Kiev
A continuación, la entrevista abordó cuestiones internacionales. Al hablar de la situación en Ucrania, Francisco señaló que había habido contactos del Secretario de Estado Pietro Parolin con el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, sobre un posible viaje a Moscú. Las señales iniciales no eran buenas. Se habló de este posible viaje por primera vez hace varios meses, dijo el Papa, explicando que Moscú respondió que no era el momento adecuado.
Sin embargo, insinuó que algo podría haber cambiado ahora. «Me gustaría ir a Ucrania y primero quería ir a Moscú. Intercambiamos mensajes al respecto, porque pensé que si el presidente ruso me concedía una pequeña ventana para servir a la causa de la paz… Y ahora es posible que, tras mi regreso de Canadá, pueda ir a Ucrania. Lo primero es ir a Rusia para intentar ayudar de alguna manera, pero me gustaría ir a las dos capitales».
Comunión de políticos abortistas
Por último, en la entrevista con Phil Pullella el Papa trató sobre la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que anuló la histórica sentencia Roe vs. Wade que estableció el derecho de la mujer al aborto. Francisco dijo que respeta la decisión pero que no tiene suficiente información para hablar de ella desde un punto de vista legal. Al mismo tiempo condenó enérgicamente el aborto, comparándolo –como ya ha hecho muchas veces– con «contratar a un sicario». «Pregunto: ¿es legítimo, es correcto, eliminar una vida humana para resolver un problema?».
También se le pidió al Papa que comentara el debate en curso en Estados Unidos sobre si un político católico, que supuestamente se opone personalmente al aborto pero apoya el derecho de otros a abortar, puede recibir la comunión. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por ejemplo, tiene prohibido recibir la Eucaristía por el arzobispo de su diócesis, San Francisco, pero comulga regularmente en una parroquia de Washington, y la semana pasada recibió la comunión de un sacerdote durante la misa en San Pedro presidida por el Pontífice.
«Cuando la Iglesia pierde su naturaleza pastoral, cuando un obispo pierde su naturaleza pastoral, esto provoca un problema político», comentó el Papa. «Esto es todo lo que puedo decir».